Dos polizones magrebíes, hallados muertos junto al ancla de un barco chipriota

, Los cadáveres de dos polizones magrebíes fueron descubiertos la mañana de ayer en el compartimento de las cadenas del ancla del buque de bandera chipriota Deike, cuando intentaba atracar en el exterior del puerto guipuzcoano de Pasaia (Pasajes). La tripulación del barco, que zarpó del puerto marroquí de Agadir el pasado noviembre, detectó problemas desde el puente de mando al lanzar el ancla. Minutos después, al inspeccionar el cuarto de cadenas, varios marineros descubrieron los dos cadáveres en avanzado estado de descomposición.

Según se informó ayer desde el Gobierno Civil d...

, Los cadáveres de dos polizones magrebíes fueron descubiertos la mañana de ayer en el compartimento de las cadenas del ancla del buque de bandera chipriota Deike, cuando intentaba atracar en el exterior del puerto guipuzcoano de Pasaia (Pasajes). La tripulación del barco, que zarpó del puerto marroquí de Agadir el pasado noviembre, detectó problemas desde el puente de mando al lanzar el ancla. Minutos después, al inspeccionar el cuarto de cadenas, varios marineros descubrieron los dos cadáveres en avanzado estado de descomposición.

Según se informó ayer desde el Gobierno Civil de Guipúzcoa, los cadáveres fueron levantados por la mañana por el juez de guardia de San Sebastián. En el informe presentado por el capitán al responsable judicial de la investigación se cita que el compartimiento en el que fueron hallados los cadáveres se cierra herméticamente desde el exterior para evitar que se inunde en caso de mar brava.

Los cadáveres fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense del cementerio de Polloe, en San Sebastián, donde se intenta identificarles. La teoría más verosímil es que los polizones embarcaran en el puerto de Agadir, trepando por la cadena del ancla, para abandonar la nave en las costas de Portugal. Sin embargo no contaron con un viaje de más de dos meses y con el riesgo de quedar totalmente aislados, sin posibilidad de abandonarlo ni hacia el interior del barco ni hacia el exterior, debido a que, una vez elevada el ancla, se cierra herméticamente.