Leguina propone hablar con Guerra sobre su futuro antes del congreso

Puede resultar extraño escuchar palabras comprensivas de Joaquín Leguina hacia Alfonso Guerra. Durante años se consideró al ex presidente de la Comunidad de Madrid, y candidato ahora a entrar en la nueva ejecutiva del PSOE, como el enemigo casi paradigmático del ex vicepresidente de Gobierno y actual vicesecretario general del PSOE. Leguina antes no se escondía para criticar a Guerra, y sobre todo a su entorno; ahora sostiene que "el PSOE no se puede permitir discutir sobre el futuro político de Alfonso Guerra, su papel, sin hablar con él, sin escucharle y sin saber cuáles son sus intenciones"...

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Puede resultar extraño escuchar palabras comprensivas de Joaquín Leguina hacia Alfonso Guerra. Durante años se consideró al ex presidente de la Comunidad de Madrid, y candidato ahora a entrar en la nueva ejecutiva del PSOE, como el enemigo casi paradigmático del ex vicepresidente de Gobierno y actual vicesecretario general del PSOE. Leguina antes no se escondía para criticar a Guerra, y sobre todo a su entorno; ahora sostiene que "el PSOE no se puede permitir discutir sobre el futuro político de Alfonso Guerra, su papel, sin hablar con él, sin escucharle y sin saber cuáles son sus intenciones". Leguina declaró ayer a este periódico: "Si no se dialoga con Guerra antes del congreso, si no sabemos lo que quiere, corremos el peligro serio de reproducir el tono de confrontación del anterior, de sesgar el debate y de orientar todos los focos de atención únicamente hacia su nombre".Leguina entiende que la inclusión de Guerra, la suya o la de cualquier otro interesado en la ejecutiva debe quedar resuelta mucho antes del congreso del PSOE, para centrarse entonces en debatir ideas. El dirigente madrileño apuesta, como Felipe González, por una ejecutiva reducida y por un órgano intermedio más consultivo, como hace 20 años.

[En declaraciones a Efe, Leguina comparó al vicepresidente del Gobierno del PP, Francisco Álvarez Cascos, con un mal imitador de Guerra.]

Sobre Alfonso Guerra se pronunciaron también ayer otros dirigentes socialistas'. La ex ministra Matilde Fernández pidió respeto hacia su figura y su obra como un "signo de inteligencia". Y apeló a la memoria histórica: "Hay que recordar que al comienzo de la transición en el PSOE no había ni tan siquiera 5.000 militantes. Gracias a Felipe González y también a Alfonso Guerra, en cinco años pasamos a gobernar el país con el respaldo de 10 millones de votos".

El ex ministro Juan Manuel Eguiagaray indicó que centrar el debate del congreso en el futuro de Guerra iría contra los intereses del PSOE. El también ex ministro Fernando Morán concluyó: "Dentro del partido hay una tendencia a marginar a Guerra y colocarle en una isla incluso dentro de la dirección".

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