FÚTBOL SEGUNDA DIVISIÓN

El Leganés combate la racanería

El equipo pepinero consigue empatar ante un Mérida escaso

Dicen que el equipo que jugó ayer en Leganés es el líder. Curioso. Los líderes suelen ser arrogantes, ambiciosos, tienen desparpajo. El Mérida, sin embargo, mostró un perfil bien distinto, bien decepcionante. Rácano.

Ahora que triunfa el llamado fútbol de contención hay que esperar a que lleguen los minutos calientes de un partido, los 20 últimos, para ver el auténtico perfil de un equipo. Es entonces cuando queda desenmascarado el conformista ayer, el Mérida, y donde se destapa el ambicioso ayer, el Leganés.

El conjunto de Sánchez Duque le puso coraje y además arriesg...

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Dicen que el equipo que jugó ayer en Leganés es el líder. Curioso. Los líderes suelen ser arrogantes, ambiciosos, tienen desparpajo. El Mérida, sin embargo, mostró un perfil bien distinto, bien decepcionante. Rácano.

Ahora que triunfa el llamado fútbol de contención hay que esperar a que lleguen los minutos calientes de un partido, los 20 últimos, para ver el auténtico perfil de un equipo. Es entonces cuando queda desenmascarado el conformista ayer, el Mérida, y donde se destapa el ambicioso ayer, el Leganés.

El conjunto de Sánchez Duque le puso coraje y además arriesgó con un doble cambio ofensivo mediada la segunda parte. Con su apuesta de ataque consiguió el empate y estuvo a punto de llevarse la victoria.

La verdad es que al Mérida le sirvieron buen plato desde el inicio, le invitaron a conservar. A los seis minutos, un despiste de la zaga pepinera se saldaba con gol de Baroja. A un equipo que va primero y salta con cinco defensas netos al campo no se le pueden conceder semejantes favores. Se acaba pagando. El precio fue un partido bronco, discontinuo, atropellado, plagado de faltas. Y en eso los emeritenses se llevaron la palma: sólo tres jugadores del conjunto visitante salieron del Municipal sin ver cartulina alguna.

El tedio desapareció en los minutos calientes. Saltó el césped el correoso Paquito acompañado de Juanmi, el ariete del Moscardó destinado a cubrir el vacío que deja Moisés -si es que finalmente se va-. El doble cambio animó el ataque local y dio fruto: penalti sobre Alfredo y gol de Miguel Ángel.

Los 10 minutos finales fueron de asedio continuo del Lega. En el último minuto, el larguero de la portería defendida por Leal temblaba ante un disparo durísimo de Melgar. Se esfumaba así la posibilidad de una victoria pepinera, la única hipótesis verosímil si se exceptúa el empate. El Mérida, escaso, se dejó el liderato en leganés.

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