GENTE

¡QUE VIVA ESPAÑA!

Una de las numerosas celebraciones del Año Nuevo en el famoso balneario uruguayo de Punta del Este tuvo elementos curiosos que rozaron lo que podría definirse como realismo mágico. Se trata de la cena-baile celebrada en un restaurante de Punta del Este llamado La Trainera. Este local, uno de los más afamados del balneario uruguayo, pertenece a un grupo de propietarios poco común en el gremio de la restauración: unos etarras que practican en Uruguay desde hace varios años lo del reposo del guerrero. El día de Nochevieja, una gran ikurriña presidía en La Trainera la fiesta entre los gorro...

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Una de las numerosas celebraciones del Año Nuevo en el famoso balneario uruguayo de Punta del Este tuvo elementos curiosos que rozaron lo que podría definirse como realismo mágico. Se trata de la cena-baile celebrada en un restaurante de Punta del Este llamado La Trainera. Este local, uno de los más afamados del balneario uruguayo, pertenece a un grupo de propietarios poco común en el gremio de la restauración: unos etarras que practican en Uruguay desde hace varios años lo del reposo del guerrero. El día de Nochevieja, una gran ikurriña presidía en La Trainera la fiesta entre los gorros, matasuegras, pitos y demás utensillos típicos de esa noche. Todo transcurrió con normalidad hasta que, pasada la medianoche, ya en 1997, el conjunto que amenizaba la cena inició lo! acordes del ¡Que viva España! Ajenos a las connotaciones que la canción pudiera despertar en los propietarios de La Trainera, decenas de clientes coreaban a pleno pulmón el ¡Que viva España! Ni siquiera las camareras del restaurante pudieron sustraerse a la alegría reinante y se contoneaban entre las mesas a ritmo de pasodoble y gritos de "¡que viva España!", todo ello, eso sí, presidido por la enorme ikurriña.

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