Tribuna:

Aguacero

Wall Street siguió ayer sembrando vientos en los mercados financieros, con el resultado lógico de un incremento de las precauciones por parte de los inversores. El mercado de deuda, aunque abrió con los precios al alza, se dejó llevar por la corriente realizadora y al cierre de la sesión mostraba un empeoramiento global, pero mucho más suave que el de las bolsas.El Tesoro confirmó la tendencia a la baja de los tipos de interés al situar la rentabilidad de las letras a un año por debajo del 6%, con lo que la curva de tipos resulta más tensa al mantenerse el precio diario en el 6,75% y el de 10 ...

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Wall Street siguió ayer sembrando vientos en los mercados financieros, con el resultado lógico de un incremento de las precauciones por parte de los inversores. El mercado de deuda, aunque abrió con los precios al alza, se dejó llevar por la corriente realizadora y al cierre de la sesión mostraba un empeoramiento global, pero mucho más suave que el de las bolsas.El Tesoro confirmó la tendencia a la baja de los tipos de interés al situar la rentabilidad de las letras a un año por debajo del 6%, con lo que la curva de tipos resulta más tensa al mantenerse el precio diario en el 6,75% y el de 10 años en el 7,10%. La Bolsa no pudo hacerse eco de esta situación ante la presión impuesta por el mercado norteamericano, en plena consolidación de posiciones justo en un momento en el que la altura provoca vértigo. Madrid bajó un 0,63%, el Ibex 35 el 0,67% y Wall Street terminó perdiendo 29 puntos.

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