El PP gallego rompe en tres meses su promesa de no pactar con tránsfugas

Las promesas del PP gallego de no incurrir más en pactos con tránsfugas se las ha llevado el viento. Los populares presentaron ayer una moción de censura contra el alcalde socialista de la pequeña localidad orensana de Castro Caldelas apoyándose en un concejal elegido en la lista del PSOE. El PP había prometido hace sólo tres meses que pondría fin a este tipo de prácticas, después de arrebatar a los socialistas la alcaldía de Redondela (Pontevedra) en medio de un notable escándalo político.La airada reacción del PSOE, que parece condenado a perder uno de sus últimos reductos electorales en Ore...

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Las promesas del PP gallego de no incurrir más en pactos con tránsfugas se las ha llevado el viento. Los populares presentaron ayer una moción de censura contra el alcalde socialista de la pequeña localidad orensana de Castro Caldelas apoyándose en un concejal elegido en la lista del PSOE. El PP había prometido hace sólo tres meses que pondría fin a este tipo de prácticas, después de arrebatar a los socialistas la alcaldía de Redondela (Pontevedra) en medio de un notable escándalo político.La airada reacción del PSOE, que parece condenado a perder uno de sus últimos reductos electorales en Orense, no se hizo esperar. "A Manuel Fraga y a Xosé Cuiña [secretario regional del PP] se les tenía que caer la cara de vergüenza", declaró el responsable de Política Municipal de los socialistas gallegos, Javier Losada. "Su palabra carece de valor. Hace tiempo que habíamos. roto toda relación institucional con el PP y esto empeora aún más las cosas", añadió.

Losada denunció que los populares también han tocado a otros concejales del PSOE en municipios como Sanxenxo (Pontevedra) o Mondoñedo (Lugo), y relacionó estas operaciones con el deseo del PP de extender su dominio ante la campaña de los comicios autonómicos del próximo año. "Quieren controlar todos los resortes de poder para manipular el voto", afirmó indignado Losada.

La propia ejecutiva federal del PSOE, al igual que Izquierda Unida y el Bloque Nacionalista Galego, había reaccionado el pasado agosto con similar irritación después de que el PP lograse la alcaldía de Redondela gracias al apoyo de un tránsfuga socialista, a quien los populares prometieron legalizar una obra paralizada por el anterior gobierno municipal. Asediado por las críticas, Fraga propuso un pacto de todos los partidos para, evitar el transfuguismo, y Cuiña incluso anunció que el congreso regional del PP, celebrado el mes pasado, prohibiría expresamente esa clase de alianzas. De tal iniciativa nunca más se supo.

La de Castro Caldelas (2.115 habitantes) será la quinta alcaldía que, desde las elecciones municipales de 1994, consigan los populares gallegos mediante pactos con concejales fugados del PSOE.

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