Tribuna:

Desconfianza

Los inversores no se fían y el mercado registra un exceso de órdenes de venta utilizando cualquier excusa. El pasado viernes le tocaba el turno a la indefinición de Wall Street y ayer era el mercado de deuda el que, tras una fulminante realización de beneficios, daba ideas a la Bolsa. La piedra filosofal de los presupuestos, el crecimiento económico, también ha sido cuestionado por los últimos sondeos sobre confianza de los consumidores, pero lo que de verdad preocupa a los analistas es la repercusión en el capítulo de los ingresos fiscales, ante su obligado trueque por votos.La Bolsa española...

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Los inversores no se fían y el mercado registra un exceso de órdenes de venta utilizando cualquier excusa. El pasado viernes le tocaba el turno a la indefinición de Wall Street y ayer era el mercado de deuda el que, tras una fulminante realización de beneficios, daba ideas a la Bolsa. La piedra filosofal de los presupuestos, el crecimiento económico, también ha sido cuestionado por los últimos sondeos sobre confianza de los consumidores, pero lo que de verdad preocupa a los analistas es la repercusión en el capítulo de los ingresos fiscales, ante su obligado trueque por votos.La Bolsa española dejó pasar de largo la recuperación a primera hora de Wall Street -aunque cerró con una pérdida de 34,29 puntos- y optó por el repliegue táctico, aunque hubo algunas excepciones que evidenciaban la diferencia de criterios de la inversión extranjera, al menos en cuanto a algunas sociedades. La contratación fue de 40.000 millones de pesetas efectivas, con más de una quinta parte para Telefónica. Madrid bajó un 0,29%, el Ibex 35 el 0,30%.

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