Entrevista:

"En Madrid, un aficionado al jazz lo tiene crudo"

Desde las ondas radiofónicas, ahora en la COPE, lleva Juan Claudio Cifuentes, Cifu, 25 años propagando su tremenda afición al jazz. Su programa Jazz porque sí está considerado como el más veterano y determinante de cuantos se han dedicado en España al género. El Cifu, con 55 años ' sigue tan entusiasmado por esa música como cuando la descubrió de niño viviendo en París. Estos días se cumplen las bodas de plata del programa, y, como una gran fiesta de cumpleaños, ha querido celebrarlo con los oyentes que le siguen desde entonces y los que se han ido incorporando con el tiempo....

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Desde las ondas radiofónicas, ahora en la COPE, lleva Juan Claudio Cifuentes, Cifu, 25 años propagando su tremenda afición al jazz. Su programa Jazz porque sí está considerado como el más veterano y determinante de cuantos se han dedicado en España al género. El Cifu, con 55 años ' sigue tan entusiasmado por esa música como cuando la descubrió de niño viviendo en París. Estos días se cumplen las bodas de plata del programa, y, como una gran fiesta de cumpleaños, ha querido celebrarlo con los oyentes que le siguen desde entonces y los que se han ido incorporando con el tiempo.Pregunta. ¿Cómo se inició su afición?

Respuesta. Nací y me crié en Francia hasta los 20 años, en que vine a Madrid. Allí, en los años cuarenta y cincuenta, vivían muchos músicos americanos de jazz, además de los franceses. Cuando tenía 11 años, mi padrino me regaló un tocadiscos con un disco de Glenn Miller. Había muchos programas de jazz en la radio. Ni siquiera había aparecido Elvis Presley. Así que, con 18 años, estaba empapado del virus del jazz para toda la vida.

P. ¿Sólo escucha jazz?

R. No, pero para estar al día como especialista tengo que estar más tiempo oyendo jazz. Tengo música clásica, mis Beatles y Rolling y la canción francesa, pero además trabajé 19 años en la industria del disco con cosas tan dispares como Karina, María Jiménez o Agua Viva.

P. ¿Cómo alimentó su afición en Madrid cuando vino de París con 20 años?

R. A principios de los sesenta se abrió Whisky Jazz en un edificio de Marqués de Villamagna que luego 'derrumbaron. Un sitio mágico. Solía venir la Big Band de la base de Torrejón a tocar. En aquellos años por allí pasó lo mejor del jazz americano y europeo. Yo iba a diario, con la consiguiente bronca paterna. Fue uno de los mejores clubes de jazz de Europa.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

P. ¿Era duro entonces ser aficionado al jazz en Madrid?

R. Mucho. La palabra jazz estaba prohibida por inmoral. Había un programa en la radio que eufemísficamente se llamaba Melodías de Broadway.

P. Pero ahora hay más clubes y más tiendas, ¿no?

R. Un aficionado al jazz en Madrid lo tiene crudo. Del 75 al 80 se abrieron más de 30 clubes, y todos cerraron. Ahora sólo quedan Clamores, el Central, Populart y Segundo Jazz. No sólo los aficionados, sino también los músicos jóvenes de jazz no tienen sitio donde tocar.

Bodas de plata de El Cifu, Jazz entre amigos, con The Milestones Trio, Ch. Domínguez, J. Pardo, M. Colina, T. di Geraldo y Ramón Cardo Quintet. Hoy, en el Colegio Mayor San Juan Evangelista (Gregorio del Amo, 4, metro Metropolitano). 22.00. 1.500 pesetas.

Archivado En