Tribuna:

De locos

La situación en el sector eléctrico, sobre el que las decisiones parecen tomarse con cierta precipitación, trae a los inversores de cabeza. A unos porque no pueden tomar posiciones y a otros porque tras tomarlas se han encontrado con nuevas suspensiones que están prolongando el plazo de su especulación más allá de lo necesario. La CNMV se ha visto desbordada por los acontecimientos y, según se opinaba en el parqué, al final ha optado por suspender de cotización a toda sociedad relacionada, aunque sea de lejos, con una OPA, algo que tenía que haber hecho hace 10 días. El mercado de deuda pasó p...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La situación en el sector eléctrico, sobre el que las decisiones parecen tomarse con cierta precipitación, trae a los inversores de cabeza. A unos porque no pueden tomar posiciones y a otros porque tras tomarlas se han encontrado con nuevas suspensiones que están prolongando el plazo de su especulación más allá de lo necesario. La CNMV se ha visto desbordada por los acontecimientos y, según se opinaba en el parqué, al final ha optado por suspender de cotización a toda sociedad relacionada, aunque sea de lejos, con una OPA, algo que tenía que haber hecho hace 10 días. El mercado de deuda pasó por algunos altibajos, pero al cierre se recuperó y la rentabilidad se mantuvo en el nivel del viernes.La contratación en Bolsa fue de 47.000 millones de pesetas, cifra aceptable si se tiene en cuenta que cinco sociedades eléctricas estaban suspendidas de cotización, una de ellas, Cantábrico, después de haberse negociado durante 40 minutos. Al final, el tirón de Nueva York, con nuevo máximo histórico arrastró al mercado español, que también cierra con récord. Madrid ganó un 0,63% y el Ibex 35 el 0,58%.

Archivado En