Tribuna

La NBA se humaniza

La humanización de la NBA dio un paso más en Sevilla. Es el peligro que tiene salir de gira con dos equipos no sobrados de glamour (sobre todo los Pacers de Indiana) y en plena fase de ajuste. Lejos quedan los tiempos en los que la sola mención de la mejor Liga del mundo provocaba una instantánea expresión de admiración. Hemos visto muchas estrellas en carne y hueso en sus visitas a este lado del Atlántico, el número de jugadores europeos en la NBA aumenta cada temporada y en tres ocasiones equipos europeos han estado a punto de doblegar a los todopoderosos y también prepotentes norteam...

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La humanización de la NBA dio un paso más en Sevilla. Es el peligro que tiene salir de gira con dos equipos no sobrados de glamour (sobre todo los Pacers de Indiana) y en plena fase de ajuste. Lejos quedan los tiempos en los que la sola mención de la mejor Liga del mundo provocaba una instantánea expresión de admiración. Hemos visto muchas estrellas en carne y hueso en sus visitas a este lado del Atlántico, el número de jugadores europeos en la NBA aumenta cada temporada y en tres ocasiones equipos europeos han estado a punto de doblegar a los todopoderosos y también prepotentes norteamericanos.Todo esto ha provocado una progresiva humanización de una competición y unos deportistas que parecían surgidos de otro mundo. El tiempo ha demostrado que no era para tanto. Cuentan con unos cuantos jugadores inimitables y el 99% del talento baloncestístico de este planeta, pero el aura mágica sólo es propiedad de unos cuantos. Ausente Kemp, la magia surgió con cuentagotas en Sevilla. Todo demasiado escaso.

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