Tribuna:

Ver para creer

Los inversores españoles han necesitado ver el Dow Jones por encima de los 6.000 puntos para decidir sumarse a la corriente alcista y lo han hecho con fuerza, ya que el volumen negociado ayer ha sido uno de los más altos del ejercicio. Con varias sesiones de retraso, se ha hecho una valoración positiva de los recortes en la rentabilidad de la deuda y de las expectativas del mercado sobre alguna bajada más, opción que ha ganado credibilidad tras los últimos apoyos verbales a las posibilidades de España para cumplir a tiempo los criterios de Maastricht. Los anuncios, es de suponer que definitivo...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Los inversores españoles han necesitado ver el Dow Jones por encima de los 6.000 puntos para decidir sumarse a la corriente alcista y lo han hecho con fuerza, ya que el volumen negociado ayer ha sido uno de los más altos del ejercicio. Con varias sesiones de retraso, se ha hecho una valoración positiva de los recortes en la rentabilidad de la deuda y de las expectativas del mercado sobre alguna bajada más, opción que ha ganado credibilidad tras los últimos apoyos verbales a las posibilidades de España para cumplir a tiempo los criterios de Maastricht. Los anuncios, es de suponer que definitivos, del traspaso de los negocios públicos a manos privadas para el año próximo también tuvieron algo que ver con la prodigalidad de los inversores a la hora de mover su dinero. La única nota gris de la sesión estuvo en los altibajos de Nueva York, con pequeñas pérdidas y ganancias como resultado de la consolidación de posiciones por encima del 6.000.El índice general de Madrid subió un 1,30%, 4,83 puntos, para situarse en el 377,52%. El Ibex 35 ganó un 1,46% y terminó la sesión en 4.328 puntos.

Archivado En