Roberto Carlos acaba con la leyenda .
Negro y brasileño. La directiva del Madrid se echó las manos a la cabeza cuando Fabio Capello pidió la contratación de Roberto Carlos, de 23 años, y averiguaron que el futbolista reunía dos características innombrables en la historia del club. Ni los negros ni los brasileños habían triunfado en el Bernabéu hasta que llegó Roberto Carlos. El ha acabado con la leyenda y se ha convertido en la estrella que más brilla en el Madrid de Capello.
Llegó de Brasil pasando por Italia. Fue en el Inter de Milán donde Capello lo descubrió. Allí como aquí, Roberto Carlos sorprendió por su espectac...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Negro y brasileño. La directiva del Madrid se echó las manos a la cabeza cuando Fabio Capello pidió la contratación de Roberto Carlos, de 23 años, y averiguaron que el futbolista reunía dos características innombrables en la historia del club. Ni los negros ni los brasileños habían triunfado en el Bernabéu hasta que llegó Roberto Carlos. El ha acabado con la leyenda y se ha convertido en la estrella que más brilla en el Madrid de Capello.
Llegó de Brasil pasando por Italia. Fue en el Inter de Milán donde Capello lo descubrió. Allí como aquí, Roberto Carlos sorprendió por su espectacular físico, qué le permite alcanzar velocidades de vértigo en sus lanzamientos de falta. En Italia midieron la potencia de su tiro, que alcanza 170 kilómetros por hora, y la potencia de su carrera: 100 metros en 11 segundos. Roberto Carlos explica que no todo se debe a su físico. "Lo importante en un lanzamiento de falta como el del gol ante el Betis es la concentración. Cuando colocas el balón en el suelo tienes que pensar por dónde le va a botar al portero. Ese día le pegué con tres dedos del pie izquierdo y el balón cogió el efecto que tenía pensado".
Está orgulloso del éxito de los jugadores brasileños en España. Aun así, advierte: "Ronaldo es un gran jugador, pero tiene 20 años. Es un poco pronto para compararlo con Maradona o Pelé". Roberto Carlos se siente comprometido con el boom brasileño: "Los que estamos aquí somos el escaparate del fútbol que hay en nuestro país. Por eso cuando jugamos no sólo lo hacemos por nuestro club, sino también por Brasil".