El fiscal pide 47 y 34 años para los dos cabecillas del 'crimen del rol'

Los dos principales acusados del llamado crimen del juego de rol -Javier Rosado, de 22 años, y Félix Martínez, entonces menor de edad- se enfrentan a una petición total del fiscal de 47 y 34 años de cárcel, respectivamente. Rosado y Martínez asesinaron a sangre fría -"con ensañamiento y premeditación"- a Carlos Moreno, un modesto empleado de limpieza de 52 años. Con el crimen de Moreno (sufrió 19 cuchilladas por sorpresa), la madrugada del 30 de abril de 1994, Rosado y Martínez convirtieron en realidad un juego de mesa ficticio inventado por Rosado y que él mismo denominó Razas.La vícti...

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Los dos principales acusados del llamado crimen del juego de rol -Javier Rosado, de 22 años, y Félix Martínez, entonces menor de edad- se enfrentan a una petición total del fiscal de 47 y 34 años de cárcel, respectivamente. Rosado y Martínez asesinaron a sangre fría -"con ensañamiento y premeditación"- a Carlos Moreno, un modesto empleado de limpieza de 52 años. Con el crimen de Moreno (sufrió 19 cuchilladas por sorpresa), la madrugada del 30 de abril de 1994, Rosado y Martínez convirtieron en realidad un juego de mesa ficticio inventado por Rosado y que él mismo denominó Razas.La víctima esperaba un autobús, tras haber estado toda la noche trabajando, cuando se topó con los salvajes instintos de Rosado. Los detalles del brutal crimen los plasmó Rosado en un diario cuyo contenido impresionó por su frialdad.El informe del fiscal, hecho público ayer, aproxima el caso del crimen del rol a su recta jurídica. final. El juicio, que se centrará en determinar si Rosado y Martínez actuaron bajo enajenación mental (hay informes periciales contradictorios en el sumario), se celebrará en la Audiencia Provincial de Madrid, previsiblemente antes de Navidad. El fiscal también les acusa de robar a la víctima.

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A pesar de la irracional y macabra acción, los dos acusados, según se desprende del informe del fiscal, son imputables: es decir, sabían distinguir el bien del mal. Los forenses que examinaron a Rosado a instancias del juzgado instructor determinaron que sufre una enfermedad mental. Otros informes, en cambio, le definen como una persona que finge ser un enfermo mental.

Dos amigos de Rosado y Martínez también se sentarán en el banquillo: Javier Hugo Ercilla y Jacobo Parra, ambos menores de edad. El fiscal pide para cada uno seis años de cárcel; al primero, por encubrir el asesinato de Moreno, y al segundo, por conspiración para cometer otro crimen.

Rosado y Martínez fueron detenidos un mes después del asesinato de Moreno. La policía halló en el dormitorio de Rosado un diario -un monumento a la sevicia- en el que éste narraba con profusión de detalles la agonía y muerte de Moreno, quien, para Rosado, no era una persona, era una "presa".

El acusador explica en su informe en qué consiste el juego de rol que Rosado -su mentor- denominó Razas. Se trata de un juego de ficción, explica, en el que Rosado, su compinche, y otros amigos solían refugiarse. "Sobre un tablero creaban un mundo imaginario. Cada jugador interpretaba un personaje. Ese mundo imaginario se materializaba en fichas de papel, así como experiencias surgidas en la actividad y las peculiaridades físicas y psíquicas de cada personaje: complexión física, aptitudes, habilidades, destreza.... En ocasiones", prosigue el fiscal, "los acusados traspasaban el plano de lo imaginario reflejado en las fichas para escenificar una representación con comportamientos similares a movimientos de guerrilla o maniobras. La particularidad de Razas consistía en dividir la humanidad en 360 arquetipos parcialmente inspirados en ciertas publicaciones, cómics y vídeos, impregnados por la violencia, el terror, las armas y el misterio".Exposición de hechos

El fiscal hace un relato del modo en que fue asesinado Carelos Moreno. A continuación, un amplio resumen del mismo: "Los procesados Javier Rosado y Félix Martínez, en fecha no exactamente determinada del mes de abril de 1994, decidieron superar tanto la forma lúdica documentada en fichas como la de escenificación de las situaciones, para materializar en el mundo de la realidad física un plan consistente en dar muerte, en un lugar apartado y en horas de noche, a una persona, preferentemente mujer joven. O, de no ser ello posible, a un menor de edad, y, en defecto de los anteriores, a un varón. Se repartirían las funciones agresoras, de tal suerte que Rosado iría provisto de un arma blanca no muy grande y de hoja muy afilada al objeto de asestar a la víctima escogida una herida mortal en el cuello. El papel de Martínez era llevar un machete de monte y asestar múltiples golpes, en zonas no vitales del cuerpo de la víctima, para causarle dolor y de tal suerte que la muerte se produjera tras un gran sufrimiento".

"Con el designio indicado", prosigue el fiscal, "sobre la 1.30 del día 30 de abril de 1994, concertados en la ciudad de Madrid y provistos, además, de guantes de látex, se dirigieron al barrio de Manoteras en busca de la persona idónea para su juego. Acecharon a un total de ocho personas, sin que pudiesen materializar el plan descrito. Sobre las 4.30, hallaron en la parada de autobús de las líneas 7, 29 y 129, sita en la calle de Bacares, número 26, a don Carlos Moreno Fernández, de 52 años. Le abordaron con exhibición de los cuchillos indicados, exigiéndole la entrega del dinero que llevase, para de este modo, y según el plan, hacerle creer que la intención era meramente depredatoria. Don Carlos les entregó 3.000 pesetas, tras lo que Javier Rosado le obligó a que pusiera las manos en la espalda y alzara la cabeza; lo que así hizo, convencido de que sus agresores pretendían registrarle".

"Una vez en la posición indicada, por entero indefenso, Rosado, de manera inopinada, le asestó una cuchillada en el cuello, seguida por otra en el mismo lugar. Al mismo tiempo, Félix Martínez descargaba repetidamente el machete sobre el vientre y las extremidades de don Carlos, quien, pese a la gravedad de las heridas recibidas, salió corriendo, intentando sustraerse a la acción de los procesados. Fue de nuevo apresado, a pocos metros del lugar inicial, donde le asestaron múltiples cuchilladas por todo el cuerpo. Con tal violencia que el machete empleado resultó doblado. Don Carlos salió huyendo de nuevo, a pesar de la hemorragia intensa que ya presentaba. Pero fue alcanzado de nuevo. Y forcejeó hasta caer por un terraplén de las inmediaciones, donde Javier Rosado perdió su cuchillo, por lo cual, y persistiendo en su propósito de seccionarle la garganta, introdujo su mano derecha, primero, y luego sus dos manos en la herida del cuello, desgarrando con sus dedos tejidos, cartílagos y demás órganos. Mientras, Félix Martínez proseguía en su acción con el propósito de conseguir la evisceración de don Carlos, prolongándose tal situación agónica varios minutos, hasta que don Carlos, exangüe por la hemorragia, expiró".

"Los procesados, en fechas posteriores no exactamente determinadas, comunicaron lo acontecido a los también procesados Javier Hugo Ercilla Stagnaro, menor de 18 años, y sin antecedentes penales, y a Jacobo Parra Sanz, igualmente menor de 18 años. De manera minuciosa, les contaron el crimen."

"En la primera semana del mes de junio de 1995", añade el fiscal, todos ellos se concertaron en la ciudad de Madrid, con objeto de salir en la madrugada del día 5 en busca de otra víctima, a la que darían muerte en forma similar a la ya descrita, con elaboración de un plan y reparto de funciones en la ejecución del propósito indicado".

"Sin embargo, relataron el crimen y sus sangrientos propósitos a otro amigo y éste avisó a la policía. Sobre las 23.00 del día 4 de junio de 1995, un día antes de la fecha prevista, la policía detuvo a Javier Rosado y Félix Martínez, impidiéndoles así la materialización del plan indicado. Además, registró sus casas y se incautó de cuchillos y carpetas con el juego de Razas".

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