España suspendió hace tres semanas los visados para ciudadanos de Guinea

Las autoridades españolas replicaron hace tres semanas a la negativa de Guinea Ecuatorial a readmitir a 15 inmigrantes ilegales que procedían de Malabo -finalmente fueron deportados a Nigeria el 15 de agosto- suspendiendo la concesión de visados a los ciudadanos ecuatoguineanos, según indican fuentes diplomáticas del séquito del presidente del Gobierno José María Aznar, de viaje en México. La sancion supone un perjuicio para los responsables de la ex colonia española porque efectúan buena parte de sus viajes a los países industrializados a través de Madrid.

Sin embargo, los dos consu...

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Las autoridades españolas replicaron hace tres semanas a la negativa de Guinea Ecuatorial a readmitir a 15 inmigrantes ilegales que procedían de Malabo -finalmente fueron deportados a Nigeria el 15 de agosto- suspendiendo la concesión de visados a los ciudadanos ecuatoguineanos, según indican fuentes diplomáticas del séquito del presidente del Gobierno José María Aznar, de viaje en México. La sancion supone un perjuicio para los responsables de la ex colonia española porque efectúan buena parte de sus viajes a los países industrializados a través de Madrid.

Sin embargo, los dos consulados españoles de Malabo y Bata siguen expidiendo visados por razones humanitarias, así como a los jóvenes ecuatoguineanos que desean desplazarse a la antigua metrópoli para estudiar.El 21 de julio pasado llegaron al aeropuerto de Madrid-Barajas 16 africanos en un vuelo de la compañía Iberia procedente de Malabo. Se trataba de cuatro hombres y doce mujeres, en su mayoría nigerianos, que llevaban visados españoles falsificados de forma burda. Sus pasaportes, también falsos, eran de Guinea, Camerún y Suráfrica, aunque aseguraron ser de Liberia o Ruanda y pidieron asilo político alegando que dichos países estaban en guerra.

El escándalo saltó siete días más tarde, cuando los empleados de Iberia maniataron y amordazaron con cinta aislante a los inmigrantes para embarcarlos en un vuelo regular a Guinea. Ecuatorial. Las protestas del pasaje impidieron que culminase este traslado y se prolongó la estancia de los ilegales en las dependencias del aeropuerto mientras proseguían las negociaciones del Gobierno para conseguir su deportación.

Pasajeros en tránsito

La Convención de Chicago sobre transporte aéreo de pasajeros obliga, en principio, al país de donde salieron a readmitirlos, pero el Gobierno de Guinea Ecuatorial se negó a ello alegando que sólo, estaban en tránsito y venían de Camerún o Nígeria. Algunos de ellos sí iniciaron su viaje en estos países, pero en su camino hacia el aeropuerto de Barajas pasaron por MalaboPor aquellas fechas, a principios de agosto, el ministro de Petróleo de Nigeria, Chief Dan Etete, se puso en contacto, a través de un intermediario, con el titular español de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, para solicitarle que le concediese un visado para acudir a visitar en España un centro médico. Nigeria ha sido sancionada por la comunidad internacional, entre otras medidas, con la privación de visados por ejecutar en diciembre a un destacado adversario político del régimen militar.

Matutes aprovechó la ocasión para pedir a cambio a Etete que acogiese en Lagos a los 15 ilegales. Una joven, Phile Gay Christo, se fugó en las dependencias de los juzgados de Madrid, adonde había sido llevada junto a otra de las inmigrantes para que, el médico forense determinase sus edades. "Existen indicios suficientes de que son nigerianos", dijeron después fuentes diplomáticas.

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El ministro de Petróleo aceptó el trato y finalmente, el 15 de agosto por sorpresa y tras permanecer recluidos 26 días en la sala de inadmitidos del aeropuerto de Barajas, los inmigrantes fueron escoltados hasta un Airbús que despegó en vuelo a Lagos. "La operación ha sido muy limpia, aunque se ha tardado más de lo normal", informó el Ministerio de Asuntos Exteriores, que no precisó si los deportados viajaron esposados o maniatados. "Es una operación bien hecha", concluyó el delegado de Gobierno en Madrid, Pedro Núñez Morgades.

La sanción española seguirá probablemente en vigor al menos hasta que el ministro español de Exteriores se entreviste, a finales de mes en Nueva York, y al margen de la Asamblea General de Naciones Unidas, con el presidente Teodoro Obiang y aclare su disposición a normalizar relaciones con España.

La negativa de Obiang a readmitir a los africanos sorprendió a la diplomacia española, que creía que, tras la llegada del PP al poder, el presidente ecuatoguineano deseaba abrir una etapa menos crispada en sus relaciones con la ex metrópoli.

Lisboa también deporta

Catorce inmigrantes clandestinos, detenidos en los útimos días en Portugal, han sido devueltos a las autoridades españolas después de que la Administración y los tribunales portugueses verificaran que entraron en el país procedentes de España, informa Javier García desde Lisboa. Con estos últimos casos ya son 68 los inmigrantes ilegales que España ha tenido que readmitir de Portugal en las últimas tres semanas, según ha confirmado Jarmenla Palos, coordinador nacional del último proceso de regularización de residencias que se cerrará a finales de año en Portugal. Este proceso ha provocado que decenas de inmigrantes clandestinos de Francia y España se trasladen a Portugal para intentar legalizar su situación en la Unión Europea.

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