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El mercado de valores español intentaba ayer validar el nivel de los 4.000 puntos del Ibex 35 como soporte fiable para esta singladura y lo consiguió durante toda la mañana, si bien con la duda de saber cómo reaccionarían los precios ante una posible apertura a la baja del mercado norteamericano. La providencia llegó en forma de reacción técnica en la Bolsa de Nueva York, con una subida de hasta 43 puntos en media hora, que dio rienda suelta a las pretensiones de los gestores. Las cotizaciones españolas reaccionaron con relativa firmeza, más por la ausencia total de negocio en el mercado que p...

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El mercado de valores español intentaba ayer validar el nivel de los 4.000 puntos del Ibex 35 como soporte fiable para esta singladura y lo consiguió durante toda la mañana, si bien con la duda de saber cómo reaccionarían los precios ante una posible apertura a la baja del mercado norteamericano. La providencia llegó en forma de reacción técnica en la Bolsa de Nueva York, con una subida de hasta 43 puntos en media hora, que dio rienda suelta a las pretensiones de los gestores. Las cotizaciones españolas reaccionaron con relativa firmeza, más por la ausencia total de negocio en el mercado que por la fuerza del dinero.La contratación de ayer fue de 25.560 millones de pesetas efectivas, una cifra que concentra numerosos reajustes de cartera, operaciones de arbitraje y un mínimo destinado a recoger frutos futuros, ya que éstos dependen de lo que suceda cada día en Wall Street.

Al cierre, la Bolsa mostraba un avance del 0,63%, el 0,86% para el Ibex 35, que no encaja en absoluto con la orientación del mercado de deuda, en el que las retiradas marcaron la pauta.

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