La Cámara alta alemana rechaza el plan de recortes sociales

La Cámara Alta alemana, el Consejo Federal (Bundesrat), donde los partidos de oposición socialdemócratas (SPD) y Los Verdes cuentan con mayoría, rechazó ayer en Bonn las cinco primeras leyes del paquete de recortes sociales, aprobado en el Parlamento Federal (Bundestag) con la mayoría gubernamental de centro-derecha entre democristianos (CDU/CSU) y liberales (FDP). Tras el rechazo de ayer, las leyes pasan a una comisión conjunta de mediación entre las dos cámaras, donde también la oposición cuenta con mayoría. La Comisión mediadora se reunirá el 29 de agosto. Tras la probable falta de acue...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La Cámara Alta alemana, el Consejo Federal (Bundesrat), donde los partidos de oposición socialdemócratas (SPD) y Los Verdes cuentan con mayoría, rechazó ayer en Bonn las cinco primeras leyes del paquete de recortes sociales, aprobado en el Parlamento Federal (Bundestag) con la mayoría gubernamental de centro-derecha entre democristianos (CDU/CSU) y liberales (FDP). Tras el rechazo de ayer, las leyes pasan a una comisión conjunta de mediación entre las dos cámaras, donde también la oposición cuenta con mayoría. La Comisión mediadora se reunirá el 29 de agosto. Tras la probable falta de acuerdo en esa comisión mediadora, las leyes volverán de nuevo al Parlamento Federal (Bundestag), que podrá aprobarlas con la mayoría absoluta de todos sus miembros.El paquete de recortes sociales del Gobierno de Bonn ha empezado a navegar por el proceloso mar del sistema legislativo alemán y ya ha tropezado contra los primeros escollos en el Bundesrat. En esta cámara se encuentran representados, según su número de habitantes, los estados federados, que tienen derecho a oponerse a aquellas leyes que les afectan. En la sesión de ayer se produjo el detalle de que no sólo se opusieron al paquete de leyes del Gobierno los estados federados donde SPD y Verdes cuentan con mayoría, sino también tres estados federados con mayoría democristiana: Baviera, Baden-Wurtemberg y Sajonia. Estos estados se oponen al paquete por motivos diferentes. Baviera quiere que no se reduzca el salario en caso de enfermedad a las embarazadas. Sajonia y Baden-Wurtemberg desean menores recortes en las curas en balnearios, porque la industria termal tiene peso en esos estados.

Gobierno y oposición intercambiaron ayer en la sesión veraniega del Bundesrat argumentos ya muy repetidos. En nombre del SPD, habló su presidente y jefe de Gobierno del Sarre, Oskar Lafontaine, quien inistió en que el paquete de recortes pone en peligro la paz social en Alemania. Su compañero de partido, el alcalde y presidente de Gobierno de Hamburgo, Henning Voscherau (SPD), argumentó que los recortes suponen una carga para los asalariados de 8.500 millones de marcos (unos 715.000 millones de pesetas), mientras que los empresarios recibirán 14.600 millones de marcos (1,23 billones de pesetas) con las desgravaciones fiscales del paquete. Por parte del Gobierno, el ministro federal de Trabajo, Norbert Blüm acusó al SPD de no presentar ninguna propuesta concreta para recortar las cargas de la seguridad social.

Archivado En