Guerra de elecciones olímpicas

Todas las vísperas olímpicas se libra una guerra interna en el mundo del olimpismo. El gran circo del deporte, que ya mueve cifras en billones, es un atractivo espectáculo en el que muchos quieren actuar con humano interés bajo la carpa. Como no hay sitio para todos, las luchas intestinas son a veces incluso desagradables. La última, la derrota de Yuri Titov como presidente de la Federación Internacional de Gimnasia ante el Italiano Bruno Grandi. El ex campeón olímpico ruso ha acusado a su rival de comprar los votos de delegados de ciertos países del Tercer Mundo pagándoles el viaje para v...

Todas las vísperas olímpicas se libra una guerra interna en el mundo del olimpismo. El gran circo del deporte, que ya mueve cifras en billones, es un atractivo espectáculo en el que muchos quieren actuar con humano interés bajo la carpa. Como no hay sitio para todos, las luchas intestinas son a veces incluso desagradables. La última, la derrota de Yuri Titov como presidente de la Federación Internacional de Gimnasia ante el Italiano Bruno Grandi. El ex campeón olímpico ruso ha acusado a su rival de comprar los votos de delegados de ciertos países del Tercer Mundo pagándoles el viaje para venir a la asamblea de Atlanta. Grandi se ha defendido diciendo que Titov ya había ganado en las anteriores elecciones de Barcelona, hace cuatro años (tras 16 en el cargo), por un solo voto, lo cual ya era un aviso, y que no ha comprado nada, que la federación lo que necesita es generar dinero. Al parecer él sabe cómo hacerlo.Es sólo un ejemplo de las múltiples batallas entabladas estos días en la sede olímpica, donde se celebran las asambleas clave de varias federaciones internacionales a la vez que la 105ª a Sesión del COI. En ésta, Juan Antonio Samaranch, con las atribuciones que consiguió el año pasado, nombrará miembro del COI a la infanta Pilar de Borbón, presidenta de la Federación Ecuestre Internacional (FEI). Junto a Carlos Ferrer Salat, serán así tres los miembros españoles en el máximo organismo olímpico, algo que hasta ahora sólo tenían Italia, Suiza y Rusia.

Pilar de Borbón fue ya lanzada a la presidencia de la FEI hace dos años y permanecerá como miembro del COI mientras sea presidenta. Ésa fue la concesión que logró sacar adelante Samaranch en la -103ª a Sesión de París, en 1994 (celebrada junto al Congreso Olímpico), para que las federaciones internacionales tuvieran más peso en el olimpismo.

Pilar de Borbón será la octava miembro femenina del COI (junto a casi 100 hombres), con Pirjo Haggman (Finlandia), Flor Isava Fonseca (Venezuela), Anita De Frantz (Estados Unidos), Carol Ann Letheren (Canadá), Vera Caslavska (Checoslovaquia), la gran gimnasta campeona en México 68, y dos representantes de monarquías: Nora de Liechtenstein y Ana de Inglaterra (en el COI también están Alberto de Mónaco; el jeque Ahmad Al-Fahad Al-Sabah, de Kuwait; el príncipe Faisal, de Arabia; el príncipe Alexandre de Merode, belga, y el gran duque Juan de Luxemburgo, que con 75 de edad, uno menos de los cumplidos por Samaranch ayer, es el miembro más veterano, 50 años).

La infanta es una de las cuatro presidentas de las 55 federaciones internacionales olímpicas o reconocidas por el COI. Las otras tres son la china Lu Shengrong, del badminton, el reciente deporte olímpico, y las británicas Sue Harvey, de orientación, y Anne Taylor, de netball (una especie de baloncesto).