Entrevista:

"El trabajo sucio que hacemos para Europa debe compensarse"

Ignacio Velázquez, 42 años, alcalde-presidente de Melilla, alcanzó ayer un importante compromiso con el Gobierno del PP para la recién conquistada autonomía melillense al conseguir que la Asamblea de la ciudad pueda modificar la Ley de Bases de Régimen Local con una interpretación favorable a su autonomía. Velázquez afirma que Melilla está en la encrucijada entre dos mundos y debe soportar un triple filtro: emigración, drogas e infecciones. Pide compensaciones económicas a la Unión Europea por el "trabajo sucio" que le toca realizar.Pregunta. Un año después del reconocimiento de Melilla...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Ignacio Velázquez, 42 años, alcalde-presidente de Melilla, alcanzó ayer un importante compromiso con el Gobierno del PP para la recién conquistada autonomía melillense al conseguir que la Asamblea de la ciudad pueda modificar la Ley de Bases de Régimen Local con una interpretación favorable a su autonomía. Velázquez afirma que Melilla está en la encrucijada entre dos mundos y debe soportar un triple filtro: emigración, drogas e infecciones. Pide compensaciones económicas a la Unión Europea por el "trabajo sucio" que le toca realizar.Pregunta. Un año después del reconocimiento de Melilla como comunidad autónoma se han amontonado los contenciosos con la Administración central, con ocho recursos impugnados ante los tribunales contra ustedes. ¿El acuerdo alcanzado ayer con el ministro para las Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, les garantiza una estabilidad como comunidad reconocida?

Respuesta. Por lo menos servirá para definir nuestras competencias. Hemos decidido crear tina comisión que va a modificar la Ley de Bases de Régimen Local con un reconocimiento para Melilla como comunidad autónoma. La Administración socialista ha hecho una interpretación a la baja de nuestra autonomía. EI propio Reglamento de la Asamblea de Melilla fue impugnado por la Administración socialista por considerar que rebasaba nuestras competencias al rechazar la capacidad sancionadora de la Asamblea. Me parece un paso importante el del Gobierno del PP al querer obviar la vía judicial. También le concedo especial importancia a que Melilla haya sido invitada por el ministro Rajoy a la próxima reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) como una comunidad más.

P. Pero ustedes parecen presos de su situación geopolítica. Por ejemplo, José María Aznar desconvocó hace algo más de un mes una reunión de presidentes autonómicos del PP en Melilla para no indisponerse con el rey Hassan de Marruecos, al que iba a visitar a los pocos días.

R. La reunión fue aplazada por cuestiones de agenda. El mismo día de la reunión, Aznar recibía en La Moncloa al presidente de Castilla y León, Juan José Lucas. Tampoco podía acudir el presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. Así es que se decidió desconvocarla.

P. ¿Cree de verdad que se celebrará algún día ésa reunión de presidentes autonómicos del PP en Melilla?

R. Creo que se puede celebrar.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

P. ¿Se lo ha vuelto a pedir a José María Aznar?

R. Mis últimas conversaciones con el presidente del Gobierno se han centrado en temas más urgentes, como los conflictos fronterizos.

P. La actuación contundente del Ministerio del Interior frente a los inmigrantes que entraron ilegalmente en Melilla fue muy criticada por las organizaciones no gubernamentales. Incluso el Defensor del Pueblo se ha dirigido a la fiscalía. ¿Qué opinión le merece a usted?

R. La de felicitar al Ministerio del Interior por la rapidez en la aplicación de la Ley de Extranjería. Fue una solución de emergencia ante un problema que se acumulaba desde hace dos años. Una vez solucionado, se trata de que no vuelva a repetirse y mejorar la situación en la frontera. No se trata de levantar muros. Hay que obligar a Marruecos a que cumpla el tratado de readmisión. Pero el problema implica a largo plazo a la Unión Europea. Si no quiere importar inestabilidad política, tendrá que exportar ayuda económica.

P. ¿La recién estrenada autonomía melillense la ha utilizado usted como valladar ante Marruecos y la emigración africana?

R. Nos ha servido para que se nos oiga más, porque no tenemos competencias en materia fronteriza. Melilla está en la encrucijada entre dos mundos y tenemos que soportar un triple filtro de emigración, droga e infecciones. Este trabajo sucio que nos vemos obligados a ejercer debe tener la compensación de las ayudas económicas.

P. Pero Melilla tiene un régimen económico especial reconocido en su Estatuto, y además es objetivo número 1 en la UE.

R. Sí, pero el régimen económico especial está aún en tramitación. Estamos a la espera de cómo queda el nuevo sistema de financiación autonómica. En todo caso, estamos por debajo de la media nacional. Por debajo, incluso, de Extremadura.

P. ¿Qué luces y sombras arroja para usted el primer año de autonomía melillense?

R. Es una experiencia apasionante. Nuestro caso, el de una autonomía construida sobre un municipio, es pionero en la Administración Única. Acabamos de acordar un paquete importante de traspasos para el mes de noviembre que incluye materias como las obras hidráulicas y el transporte terrestre. La parte más oscura es el gran desconocimiento existente sobre la autonomía melillense en el resto de España. La Administración socialista tuvo que cambiar el mapa autonómico porque ignoró a Melilla como comunidad autónoma. Lo mismo tuvo que hacer con una guía sanitaria.

Archivado En