El PP y los nacionalistas defienden las donaciones anónimas frente al rechazo total de PSOE e IU

Las donaciones anónimas de las empresas los partidos han dividido al Parlamento en dos partes: por un lado, el PP y sus socios nacionalistas de CIU, PNV y Coalición Canaria, que las defienden; por otro, los socialistas e IU, que las rechazan, incluso aunque no fueran anónimas. Aunque el PP y los nacionalistas habían acordado pactar una proposición de ley de financiación, el PP se adelantó el jueves, lo que provocó que nacionalistas vascos y catalanes hayan presentado en el Congreso textos independientes, aunque inspirados en el mismo principio.

El PNV presentó ayer su proyecto de ley, a...

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Las donaciones anónimas de las empresas los partidos han dividido al Parlamento en dos partes: por un lado, el PP y sus socios nacionalistas de CIU, PNV y Coalición Canaria, que las defienden; por otro, los socialistas e IU, que las rechazan, incluso aunque no fueran anónimas. Aunque el PP y los nacionalistas habían acordado pactar una proposición de ley de financiación, el PP se adelantó el jueves, lo que provocó que nacionalistas vascos y catalanes hayan presentado en el Congreso textos independientes, aunque inspirados en el mismo principio.

El PNV presentó ayer su proyecto de ley, al día siguiente de que lo hicieran los populares y CiU. Los peneuvistas reproducen casi literalmente la posición del PP respecto a las aportaciones anónimas: cada año tendrán como tope por partido el 10% de la cantidad global asignada en los Presupuestos del Estado para la subvención a todas las formaciones. Cada partido podría recibir 900 millones al año sin saber de dónde vienen. Esta cifra corresponde al 10% de los 9.000 millones que reciben en conjunto los partidos.El PNV, no obstante, introduce una matización respecto al PP: las donaciones anónimas deberán abonarse en cuentas abiertas cuyos únicos ingresos serán este tipo de abonos. Si los donantes no tuvieran inconveniente en desvelar su identidad, podrían realizar sus ingresos en cualquier cuenta corriente abierta en una entidad financiera y beneficiarse del tratamiento fiscal que prevé la legislación para las donaciones a los sindicatos u otras organizaciones.

Los responsables socialistas mantenían ayer su oposición al carácter anónimo de las entregas a partidos y, a pesar de que el PSOE está inmerso en un proceso judicial por presunta financiación irregular, como es el caso Filesa, afirman que no contribuirán con sus votos a la opacidad y a la entrega de dinero negro.

Izquierda Unida no tiene duda alguna sobre su posición cuando todas estas proposiciones de ley, incluida la del PSOE, presentada hace dos semanas, se debatan en el Congreso, después del verano.

IU sólo defenderá la financiación pública y tanto el líder de esta organización, Julio Anguita, como el diputado Felipe Alcaraz, fueron ayer rotundos. Este último dijo con ironía que con las donaciones anónimas se puede llegar "a la cotización empresarial a los partidos" y a la figura de "los diputados esponsorizados". Alcaraz se imaginaba a algún diputado con una camiseta publicitaria en la que figurara la empresa patrocinadora.

Julio Anguita dio por sentado que un sistema de financiación de esta naturaleza favorecería a los partidos de la derecha y a aquellos otros "que puedan hacer política de derecha". En Izquierda Unida no acaban de dar con qué empresas o empresarios estarían dispuestos a entregarles dinero ni anónima ni públicamente.

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