Tribuna:

Futuro complicado

La Bolsa española, pendiente del vencimiento del mercado de futuros de este viernes, dejó pasar el buen momento del precio de la deuda y terminó la sesión con un pequeño recorte. Los Inversores particulares apenas intervienen en el mercado, feudo exclusivo de las firmas más activas en futuros, y se limitan a buscar alguna oportunidad entre los movimientos de fondo. La divergencia con el mercado de deuda rompe un esquema clásico de las normas de inversión al no valorar una apuesta en firme por el descenso de los tipos de interés.La contratación en la Bolsa fue de 3 1.000 millones de pesetas efe...

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La Bolsa española, pendiente del vencimiento del mercado de futuros de este viernes, dejó pasar el buen momento del precio de la deuda y terminó la sesión con un pequeño recorte. Los Inversores particulares apenas intervienen en el mercado, feudo exclusivo de las firmas más activas en futuros, y se limitan a buscar alguna oportunidad entre los movimientos de fondo. La divergencia con el mercado de deuda rompe un esquema clásico de las normas de inversión al no valorar una apuesta en firme por el descenso de los tipos de interés.La contratación en la Bolsa fue de 3 1.000 millones de pesetas efectivas, cifra muy baja, con algunas aplicaciones y con una concentración de hasta el 3,0% para sólo tres valores. Algunos asistentes a la sesión comentaban que, en días como éstos, si no fuera por el' mercado de futuros el negocio volvería a caer por debajo de los 10.000 millones de pesetas, tal vez la verdadera dimensión de estas bolsas.

En Europa también se impusieron los recortes, aunque allí fue porque los tipos de interés tienen más probabilidades de subir que de bajar. Madrid cedió un 0,39% y el Ibex 35 el 0,40%.

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