Muchos andaluces y castellanos, pocos catalanes y vascos y casi ningún navarro

Andalucía es la comunidad autónoma que más soldados profesionales aporta, en términos absolutos y relativos. El 21,6% de los aspirantes son andaluces, cuando sólo debieran serlo el 16,5%, que es el porcentaje que corresponde a esta región en la población española.Algo parecido ocurre a Castilla y León que, con el 6,5% de la población, aporta el 10,9% de los aspirantes; o a Extremadura, que suministra el 4,9% de los soldados con sólo un 2,7% de los habitantes. Resulta espectacular el caso de Ceuta y Melilla, que tienen el 0,3% de los españoles y el 2,5% de futuros profesionales.En el extremo co...

Andalucía es la comunidad autónoma que más soldados profesionales aporta, en términos absolutos y relativos. El 21,6% de los aspirantes son andaluces, cuando sólo debieran serlo el 16,5%, que es el porcentaje que corresponde a esta región en la población española.Algo parecido ocurre a Castilla y León que, con el 6,5% de la población, aporta el 10,9% de los aspirantes; o a Extremadura, que suministra el 4,9% de los soldados con sólo un 2,7% de los habitantes. Resulta espectacular el caso de Ceuta y Melilla, que tienen el 0,3% de los españoles y el 2,5% de futuros profesionales.En el extremo contrario se sitúa Cataluña. Si la distribución fuese proporcional, el 15,5% de los soldados deberían ser catalanes, pero sólo lo son el 6,8%. También resultan deficitarias Madrid (12,7% de población y 8,4% de soldados), Valencia (9,9% de población y 8,7% de soldados) y el País Vasco (5,4% de población y 3,2% de soldados).

El negativo de Ceuta y Melilla lo representa Navarra: tiene el 1,3% de la población, pero sólo aporta un insignificante 0,1% de soldados, una treceava parte de los que le correspondería. Un 2,6% de los aspirantes procede del extranjero o se ignora su origen.La mayoría de los aspirantes reside en capitales de provincia (39%) o en otras ciudades de más de 20.000 habitantes (14%), mientras que el 22% procede de un pueblo de más de 10.000 habitantes, y otro 22% de pequeñas localidadades.

Respecto a los motivos aducidos por los aspirantes para ser soldados profesionales, el 80,5% asegura que el deseo de ingresar en una academia y continuar la carrera militar les ha influido mucho o bastante. Un porcentaje similar (80,3%) destaca el afán de vivir aventuras. Algunos menos subrayan la posibilidad de hacer algo (77,7%) o de adquirir formación (77%).