LA CELEBRACIÓN DE UN TÍTULO

Kilos de langostinos, angulas, besugos, carne...

¿Qué voy a hacer ya hoy [por ayer]? Dormir... si puedo", fue lo que se le ocurrió decir a Jesús Gil, el dueño del Atlético, cuando pasadas las cuatro de la madrugada abandonó el restaurante donde el club celebró el título de Liga. Gil, protegido por medía docena de guardaespaldas provisto de tecnología punta, repitió una vez más que visitaría a su madre y se dedicaría a preparar los festejos de hoy.Un centenar de aficionados, de guardia a la puerta del restaurante, intercambiaron gritos de "¡presidente! ¡presidente!" con los de "¡presidenta! ¡presidenta!", dirigidos a María Angeles Marín, la e...

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¿Qué voy a hacer ya hoy [por ayer]? Dormir... si puedo", fue lo que se le ocurrió decir a Jesús Gil, el dueño del Atlético, cuando pasadas las cuatro de la madrugada abandonó el restaurante donde el club celebró el título de Liga. Gil, protegido por medía docena de guardaespaldas provisto de tecnología punta, repitió una vez más que visitaría a su madre y se dedicaría a preparar los festejos de hoy.Un centenar de aficionados, de guardia a la puerta del restaurante, intercambiaron gritos de "¡presidente! ¡presidente!" con los de "¡presidenta! ¡presidenta!", dirigidos a María Angeles Marín, la esposa de Jesús Gil, en su camino hacia su automóvil, que también cuenta con coche de escolta.

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Sobre las mesas del restaurante, mientras tanto, no quedaban ya más que los restos de 500 piezas de langostinos, unos 60 kilos de carne, más de 40 de besugos, otros 25 de angulas, sin contar las raciones de jamón, lomo, queso, pimientos rellenos, almejas a la marinera, setas, gambas... El festín se completó con una monumental tarta de unos 100 kilos, encargada expresamente a una pastelería especial y en la que se reproducía el campo del Vicente Calderón y el escudo del equipo con sus colores rojiblancos.

El restaurante, el mismo que la pasada temporada utilizó el Real Madrid para idéntica efeméride, fue reservado para 200 comensales -dirigentes, jugadores, empleados del club y familiares- pero, a la hora de contar, aparecieron unos 400, a una media aproximada de 10.000 pesetas. La comilona debió costarle al Atlético unos cuatro millones de pesetas.

Los gastos no han hecho más que empezar. "¿ ... Y el rolex [reloj de lujo y de elevado precio]?, inquirió la esposa del jugador Roberto a Jesús Gil. "Ya sé lo de los relojes", replicó con resignación el presidente, quien remató su recordatorio: "Rolex para señoras, Rolex para caballeros". Un sonoro aplauso cerró la cuestión.

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