La directiva da largas a Jordi

Jordi se incorporó ayer a la selección holandesa para preparar la Eurocopa sin saber si la próxima temporada seguirá jugando en el Barça. El contrato del delantero expira en junio de 1997, pero el hijo de Johan Cruyff ignora ahora mismo los planes del club, que medita la conveniencia de despedirle. "Mi futuro está en manos de la directiva y del técnico [Robson]. Hay tres opciones: cumplir el contrato, que me lo amplien o que me echen". Josep, Lluís Núñez, presidente azulgrana, apuntó ayer con una gélida ironía que consideraba una "buena noticia" que Jordi dijera que sería un buen chico en el v...

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Jordi se incorporó ayer a la selección holandesa para preparar la Eurocopa sin saber si la próxima temporada seguirá jugando en el Barça. El contrato del delantero expira en junio de 1997, pero el hijo de Johan Cruyff ignora ahora mismo los planes del club, que medita la conveniencia de despedirle. "Mi futuro está en manos de la directiva y del técnico [Robson]. Hay tres opciones: cumplir el contrato, que me lo amplien o que me echen". Josep, Lluís Núñez, presidente azulgrana, apuntó ayer con una gélida ironía que consideraba una "buena noticia" que Jordi dijera que sería un buen chico en el vestuario: "Es curioso que ya no tenga prisas por renovar", dijo.Joan Gaspart, vicepresidente del Barça, desayunó ayer por la mañana en su despacho profesional con Jordi y su asesor Jaume Roures. El directivo pretendía primero sondear al hijo de Cruyff para conocer qué actitud tendría en el vestuario al entender que tuvo un comportamiento desafiante el domingo en el Camp Nou cuando pidió su sustitución. "Querían saber mi posición, y les he dicho que no tengo intención de irme. Me han respondido que la junta directiva decidirá si me quedo o me echan", dijo el jugador, tras el entrenamiento de ayer. Su padre también voló a su país para pasar unos días de descanso. "Yo no tengo muy clara la postura del club", reconoció Jordi. "La mía, sí".

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Tras la presentación de Robson, Gaspart aseguró que el futuro de Jordi no estaba en manos de la junta, sino en las del entrenador. Luego eludió aclarar cuál era la voluntad de la misma, "Jordi es jugador del Barca y lo tratado es confidencial", dijo por dos veces.

La reunión entre Jordi y Gaspart duró dos horas y se estancó cuando se retomó el montante de la ficha y la duración del contrato. La Junta medita si le conviene te ner a Jordi por si furea una fuente de información para Cruyff.

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