Tribuna:

Nueva York, a pesar de todo

La inversión ha optado por abrir un paréntesis en tanto los nuevos ministros encajan en el cargo y superan el ambiente de improvisación de sus primeras intervenciones, algo que en la práctica supone jugársela frente a la volatilidad de Wall Street. La Bolsa norteamericana y el dólar apostaron fuerte tras conocer un dato de producción industrial que confirma la ausencia de tensiones inflacionistas y sirve de freno al último dato de crecimiento del PIB. El Dow Jones ganó hasta 57 puntos en la apertura y puso las cosas fáciles a las bolsas europeas, aunque poco después limitaba sus ganancias y al...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La inversión ha optado por abrir un paréntesis en tanto los nuevos ministros encajan en el cargo y superan el ambiente de improvisación de sus primeras intervenciones, algo que en la práctica supone jugársela frente a la volatilidad de Wall Street. La Bolsa norteamericana y el dólar apostaron fuerte tras conocer un dato de producción industrial que confirma la ausencia de tensiones inflacionistas y sirve de freno al último dato de crecimiento del PIB. El Dow Jones ganó hasta 57 puntos en la apertura y puso las cosas fáciles a las bolsas europeas, aunque poco después limitaba sus ganancias y al final cerró a 5.518,14 puntos, es decir, con un beneficio de 43.El negocio superó los 56.000 millones de pesetas efectivas, pero más de 21.000 millones se generaron en una aplicación sobre acciones del Banco Bilbao Vizcaya y en otra, mucho más pequeña, del Santander. Los mercados de deuda tuvieron un comportamiento alcista, más marcado a última hora, que apenas influyó en la bolsa, totalmente centrada en las evoluciones de Wall Street. El índice de Madrid subió un 0,94% y el Ibex 35 el 1,07%.

Archivado En