Tribuna:

Respuesta neutra

El mercado de valores español vivió ayer una jornada a caballo entre el efecto de los 76 puntos que perdió Nueva York el jueves y los intentos de mostrar un buen aspecto para acompañar el discurso de investidura. Sin arriesgar demasiado dinero -se negociaron 38.900 millones de pesetas- se consiguió un buen resultado, pero fue gracias a la recuperación de 25 puntos que ofrecía Wall Street en el momento del cierre de la Bolsa española, aunque al final Nueva York terminó perdiendo 20,24 puntos.Los mercados de deuda tuvieron una jornada muy confusa, en la que, tras numerosos altibajos, se impusier...

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El mercado de valores español vivió ayer una jornada a caballo entre el efecto de los 76 puntos que perdió Nueva York el jueves y los intentos de mostrar un buen aspecto para acompañar el discurso de investidura. Sin arriesgar demasiado dinero -se negociaron 38.900 millones de pesetas- se consiguió un buen resultado, pero fue gracias a la recuperación de 25 puntos que ofrecía Wall Street en el momento del cierre de la Bolsa española, aunque al final Nueva York terminó perdiendo 20,24 puntos.Los mercados de deuda tuvieron una jornada muy confusa, en la que, tras numerosos altibajos, se impusieron los recortes en los precios. La rentabilidad de la emisión de referencia a 10 años subió hasta el 9,29%, también con poco volumen. En conjunto, y al margen de los ajustes con los mercados internacionales, la Bolsa española se mantiene a la espera de datos concretos una vez que el nuevo Gobierno tome posesión. En la semana se han perdido 5,35 puntos que reflejan el nivel de precaución del mercado ante el nuevo Ejecutivo. El índice de Madrid bajó ayer un 0,55% al arrastrar el descenso de las cotizaciones del jueves, mientras que el Ibex 35 terminó con un avance del 0,01%.

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