La crisis de IU en Andalucía amenaza el liderazgo de Anguita

La dimisión de Luis Carlos Rejón como coordinador de Izquierda Unida de Andalucía ha provocado un auténtico terremoto dentro de IU. Julio Anguita ha visto contestada por primera vez su autoridad en un ámbito que le es especialmente querido: Andalucía. Es un pulso perdido por el coordinador general, porque detrás de todo, según fuentes de la coalición, está el intento de Felipe Alcaraz de controlar IU a través del Partido Comunista de Andalucía (PCA).

Anguita no hablará. Aún en contra de lo que le vienen aconsejando sus colaboradores más cercanos. Pero el silencio es demasiado elocuente....

La dimisión de Luis Carlos Rejón como coordinador de Izquierda Unida de Andalucía ha provocado un auténtico terremoto dentro de IU. Julio Anguita ha visto contestada por primera vez su autoridad en un ámbito que le es especialmente querido: Andalucía. Es un pulso perdido por el coordinador general, porque detrás de todo, según fuentes de la coalición, está el intento de Felipe Alcaraz de controlar IU a través del Partido Comunista de Andalucía (PCA).

Anguita no hablará. Aún en contra de lo que le vienen aconsejando sus colaboradores más cercanos. Pero el silencio es demasiado elocuente. El hasta ahora indiscutido líder de IU y del PCE se ha encontrado con la contestación justamente de uno de sus más cercanos delfines, Felipe Alcaraz, al que todos señalan como promotor de una operación que ha terminado -tal vez demasiado pronto- con la dimisión de Rejón y con una crisis que los diversos sectores coinciden en calificar como la más profunda de IU.Todos, no. Porque Alcaraz ha preferido destacar que existía una gran tranquilidad dentro de la coalición andaluza y, más concretamente, en los partidos que forman la organización. Nadie lo niega. Pero el problema en este caso está dentro de un solo partido: el PCE y su organización andaluza, el PCA. Incluso los tres candidatos a suceder a Rejón son conmilitones: Antonio Romero, Diego Valderas y Concha Caballero. Todos del PCA.

"Es una operación en la que han fallado los tiempos", aseguran en IU. Porque nadie esperaba que Rejón arrojara la toalla tan pronto. Ni unos ni otros. Lo que ha hecho Rejón ha sido abrir demasiado pronto un proceso que en los planes de Alcaraz debía producirse dentro de unos meses. Y que en los de Anguita pasaba por agotar un mandato con año y medio por delante. "Se ha abierto el melón demasiado pronto. Y ahora todos quieren su tajada", reflexionan en el seno de IU.

Pero el alcance de la crisis es más amplio de lo que en un principio sé pensó. No se trata tanto de la exigencia de responsabilidad por los resultados electorales como de iniciar un cambio de signo en la Izquierda Unida andaluza. Un cambio que se apoyaba en el de Rejón por personas más afines a la dirección del PCA. Rejón es un hombre muy cercano a Anguita y éste tenía previsto, desde antes de las elecciones, potenciarlo en la organización federal.

La propuesta de Málaga de adelantar la fecha de la Asamblea de IU en Andalucía ha precipitado los acontecimientos. Y sobre todo ha sido el epicentro de un terremoto en la propia organización. En todo el proceso, según fuentes de IU, ha tenido mucho que ver Antonio Romero, concejal de Málaga y aspirante a la alcaldía, y auténtico impulsor de la propuesta para adelantar la asamblea.

Desmentido de Romero

Aunque Romero negó ayer que este terremoto tenga el epicentro en Málaga, en sectores de IU se teme que el concejal malagueño, apoyado por Alcaraz, inicie, una vez conseguida la coordinación general, los movimientos para pactar con el PSOE la alcaldía malagueña.En la coalición, la crisis andaluza tiene una clave interna: el control del poder dentro del Partido Comunista. "Desde Andalucía se controla IU, pero se controla también el PCE".

Mientras tanto, Nueva Izquierda mantiene un actitud expectante. Isabel Vilallonga recibió ayer una carta de Massimo D'Alema, secretario general del Partido Democrático de la Izquierda. Tras agradecerle su felicitación por el resultado en los comicios italianos, D'Alema expresa su convencimiento de que el Partido Democrático de Nueva Izquierda será un elemento de solidaridad internacional. Vilallonga comentó ayer que la carta "supone el reconocimiento internacional de Nueva Izquierda y ayudará a afianzar la pluralidad de IU".