La policía perdió la pista de Pelopintxo hace cuatro meses

Las autoridades españolas desconocen desde el pasado diciembre dónde se halla el antiguo dirigente de ETA Sabino Euba Cenarruzabeitia, Pelopintxo, según reconocen fuentes del Ministerio de Justicia e Interior. Fue detenido por última vez en 1992, cuando se disponía a tomar un vuelo de París a México.A Pelopintxo, ex jefe de finanzas etarra, se le perdió el rastro tras el macroproceso en el que fue juzgado en París junto con otros 80 franceses y españoles. En diciembre pasado fue condenado a una pena corta y desapareció aprovechando que las autoridades no le asignaron residencia.

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Las autoridades españolas desconocen desde el pasado diciembre dónde se halla el antiguo dirigente de ETA Sabino Euba Cenarruzabeitia, Pelopintxo, según reconocen fuentes del Ministerio de Justicia e Interior. Fue detenido por última vez en 1992, cuando se disponía a tomar un vuelo de París a México.A Pelopintxo, ex jefe de finanzas etarra, se le perdió el rastro tras el macroproceso en el que fue juzgado en París junto con otros 80 franceses y españoles. En diciembre pasado fue condenado a una pena corta y desapareció aprovechando que las autoridades no le asignaron residencia.

El Gobierno español no había solicitado la extradición de Euba, al tener la absoluta certeza de que tal demanda no iba a ser concedida.

Tras el caso Pelopintxo, Interior ha reforzado el control sobre la marcha de los procesos de otros etarras que en los próximos meses podrían quedar libres en Francia.

José Javier Zabaleta, Baldo, detenido en 1990 en Biarritz, acabará de cumplir condena en abril de 1997. Pero podría saldar su pena el próximo octubre, gracias a los beneficios penitenciarios, e inmediatamente ser entregado a España, que ya tiene concedida su extradición.

Santi Potros, que fue jefe de los comandos ilegales de ETA, finaliza su condena el próximo otoño. Es uno sobre los que "no hay ningún problema" para que sea entregado a España: Francia tiene concedida su extradición por el atentado de Hipercor de Barcelona y por instigar al asesinato del general Rafael Garrido, gobernador militar de Guipúzcoa, en 1986.