PSOE, IU y las asociaciones de vecinos critican la solución a la M-45.

La solución de la pelea política por la anchura de la principal arteria del nuevo barrio de Vallecas (donde se construirán 20.950 viviendas) sólo agrada al PP. La vía salomónica para la M-45 (dos calzadas diferentes que se unen a su paso por el barrio, donde medirá 150 metros de ancho: la media aritmética de las pretensiones del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid) no ha tardado ni un atardecer en encontrar la contestación en los grupos políticos en la oposición (PSOE e IU) y de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos."Un disparate", fruto- de una especulación intelectual "purament...

La solución de la pelea política por la anchura de la principal arteria del nuevo barrio de Vallecas (donde se construirán 20.950 viviendas) sólo agrada al PP. La vía salomónica para la M-45 (dos calzadas diferentes que se unen a su paso por el barrio, donde medirá 150 metros de ancho: la media aritmética de las pretensiones del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid) no ha tardado ni un atardecer en encontrar la contestación en los grupos políticos en la oposición (PSOE e IU) y de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos."Un disparate", fruto- de una especulación intelectual "puramente abstracta" que, según el portavoz de IU, Paco Herrera, esconde el debate de fondo sobre una ciudad "corno Soria y Cuenca juntas" en el distrito de Vallecas Villa. Una opinión que comparte el concejal socialista José María de la Riva.

"Al PP no le interesa debatir el modelo de ciudad que quiere; la pelea por la M-45 es una cortina de humo para que no aflore el problema por el crecimiento de la ciudad", dice. "Es una solución buscada en el Rastro, una apuesta por el vehículo privado. Habrá un colapso difícil de resolver". De la Riva interpreta que el Gobierno regional pretende limitar el crecimiento de Madrid, que el alcalde José María Álvarez del Manzano quiere llevar hasta la futura M-50.

Por su parte, el presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos (FRAVM), Prisciliano Castro, cree que la solución a que ha llegado el PP "puede favorecer la fluidez del tráfico, pero no tanto la vida de los vecinos del futuro barrio". "Han llegado a una solución salomónica para quitarse el problema de en medio rápidamente y a lo mejor se necesitaría más tiempo para madurarla", añade. "Pero, en fin, allá ellos", zanja.