Cartas al director

¿Integración social?

Habiendo conocido un centro de recuperación de minusválidos físicos y sensoriales (CRMF) al que acuden personas de cualquier rincón, de España en busca de una formación profesional, quisiera transmitir la siguiente reflexión, nacida por el simple e importante hecho del inicio de una amistad con algunas de las personas allí alojadas.Estos centros permiten a personas con algún tipo de discapacidad fisica y/o sensorial acceder a una formación orientada a la consecución de un empleo, a la vez que posibilitan que éstas habiten en el centro mientras realizan el curso elegido. La sociedad a la que pe...

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Habiendo conocido un centro de recuperación de minusválidos físicos y sensoriales (CRMF) al que acuden personas de cualquier rincón, de España en busca de una formación profesional, quisiera transmitir la siguiente reflexión, nacida por el simple e importante hecho del inicio de una amistad con algunas de las personas allí alojadas.Estos centros permiten a personas con algún tipo de discapacidad fisica y/o sensorial acceder a una formación orientada a la consecución de un empleo, a la vez que posibilitan que éstas habiten en el centro mientras realizan el curso elegido. La sociedad a la que pertenecemos todos aún no está sensibilizada ante los problemas que han de sufrir estas personas discapacitadas, siendo la mayor parte de ellos provocados por la existencia de enormes barreras arquitectónicas, de comunicación, psicológicas, etcétera.

Si alguien que lea este mensaje conoce cómo funciona un CRMF comprenderá la frustración que sienten las personas allí alojadas: horarios rígidos de entrada al centro, amonestaciones, prohibiciones, etcétera, estando más controlados y limitados por estas normas que por los condicionamientos inherentes a la propia discapacidad.

Resulta muy complicado para ellos luchar por un cambio, ya que podrían arriesgarse a ser expulsados del centro si no acatan su régimen de funcionamiento interno. Concluyendo, estas personas, constitucionalmente con los mismos derechos, por poseer alguna discapacidad no pueden acceder a los centros educativos de su localidad; se les construye centros específicos adaptados, considerando, en teoría, su bienestar, para alcanzar, en último término, la plena integración sociolaboral; por el contrario, se tiene la impresión de que se consigue, tal vez sin querer, agudizar e incrementar las diferencias con respecto a la población tristemente llamada normal. Aún queda mucho que lograr.-

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