Un obrero muerto y otro en coma al descolgarse un andamio situado a 25 metros de altura

El descolgamiento de un andamio situado a 25 metros de altura provocó ayer la muerte de un obrero de la construcción y dejó en estado de coma a su compañero. Juan José Amella Martínez, de 39 años, murió cinco horas después del accidente. Javier Torres Cerezal, de 23, seguía anoche en estado de coma. Los dos obreros, según informó la Jefatura Superior de Policía, enfoscaban la fachada interior del edificio número 59 de la calle del Conde de Peñalver (Salamanca) cuando -a las 16.10- la estructura se descolgó y se desplomó sobre la claraboya de un garaje.

Las dos víctimas del accidente tra...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El descolgamiento de un andamio situado a 25 metros de altura provocó ayer la muerte de un obrero de la construcción y dejó en estado de coma a su compañero. Juan José Amella Martínez, de 39 años, murió cinco horas después del accidente. Javier Torres Cerezal, de 23, seguía anoche en estado de coma. Los dos obreros, según informó la Jefatura Superior de Policía, enfoscaban la fachada interior del edificio número 59 de la calle del Conde de Peñalver (Salamanca) cuando -a las 16.10- la estructura se descolgó y se desplomó sobre la claraboya de un garaje.

Las dos víctimas del accidente trabajaban a la altura del décimo piso del bloque. Ambos empleados estaban subidos a una barquilla de hierro para tapar los mechinales y agujeros de la pared del patio interior. El andamio en el que desarrollaban su labor estaba colgado a la azotea por dos puentes velados parecidos a una polea. Según la primera inspección de los bomberos, la estructura de hierro pudo venirse abajo por un defecto en el anclaje. Los vecinos del bloque aseguran que había otro trabajador subido a la azotea que servía material a los dos empleados que cayeron. Este hombre vio aterrado la caída al vacío de sus companeros.

Terrible impacto

Uno de los trabajadores del ga raje en el que se desplomaron explicaba, aún sobresaltado, el terrible impacto: "Eran las cuatro y algo de la tarde. Yo estaba aquí y de repente la estructura de hierro rompió el techo de uralita. Fue impresionante". "Al instante", proseguía, "los dos obreros se cayeron". "Les amortiguó el techo, pero ya iban bastante mal".

El accidente ocurrió frente al hospital de la Princesa, situa do en la calle del Conde de Peñalver, esquina con Maldona do. Un médico del 061 del Insalud escuchó desde el centro sanitario el estruendo del golpe. En apenas un minuto, la ambulancia del servicio de urgencias del Insalud trasladaba a los dos heridos al centro.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Juan José Amella Martínez, vecino de Navalcarnero, de 39 años, sufría las heridas más graves. Tenía el cuerpo destrozado. Según los médicos del centro sanitario, padecía un estallido hepático y un grave traumatismo. Falleció a las diez de la noche, según los médicos del Insalud.

Javier Torres Cerezal, vecino de Getafe, de 23 años, presentaba un cuadro similar: un severo traumatismo, graves hematomas en el cráneo y fractura parietal. Sin embargo, la rápida actuación de los médicos le mantenía anoche con vida. No obstante, su estado era crítico.

Tras el accidente se dieron cita en el garaje los bomberos, acompañados de miembros de la Policía Municipal y funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía. La presidenta de la comunidad de vecinos del número 59 de Conde de Peñalver acudió al lugar donde cayeron los empleados para mostrar la documentación relacionada con la obra.

Según la Policía Municipal, la comunidad de vecinos tenía todos los permisos reglamentarios para realizar la obra. En una primer inspección, los bomberos observaron anomalías en la sujeción de los puentes velados del andamio colgante. Este periódico intentó sin éxito conocer la versión de la comunidad de vecinos. Sin embargo, el portero de la finca aseguró a EL PAÍS: "Aquí no ha ocurrido nada". Al volver a insistir sobre el trágico accidente, el portero cerró anoche la puerta del inmueble añadiendo: "La presidenta del bloque no sabe nada".

Sin embargo, los vecinos del inmueble sí reconocieron, a través del telefonillo, que estaban sobrecogidos por lo sucedido: "Ha sido espeluznante, pero no sabemos nada", explicó uno de los residentes a través del portero automático.

A lo largo de los últimos seis meses se han producido seis accidentes mortales en diferentes lugares de la Comunidad de Madrid. El último ocurrió el pasado día 8 de marzo. Un obrero murió aplastado por un bloque de 50 kilos de hormigón cuando trabajaba en un andamio situado en el distrito de Ciudad Lineal.

El 8 de octubre del año pasado un limpiacristales perdió la vida tras caer desde la bóveda al parqué de la Bolsa de Madrid. Un día antes, otro obrero de la construcción fallecía al caerse desde los andamios de una obra en San Blas. Los otros tres accidentes sucedieron en las localidades de Fuenlabrada, Pinto y San Fernando de Henares.

Archivado En