El marqués de Sotohennoso reitera su inocencia en el 'caso Arny'

Ramón de Carranza Vilallonga, marqués de Sotohermoso, volvió ayer a proclamar su inocencia ante la juez María Auxiliadora Echavarri, que investiga el caso Arny sobre corrupción de menores en Sevilla. El aristócrata, de unos 70 años y que ya declaró el pasado día 7, estuvo en el despacho de la titular del Juzgado de Instrucción número 13 de la capital andaluza apenas cinco minutos, tiempo que dedicó a negar que tenga relación con el asunto, que salió a la luz a mediados de enero y que lleva investigándose desde marzo de 1995.Acompañado por su abogado, Francisco Baena, y otra perso...

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Ramón de Carranza Vilallonga, marqués de Sotohermoso, volvió ayer a proclamar su inocencia ante la juez María Auxiliadora Echavarri, que investiga el caso Arny sobre corrupción de menores en Sevilla. El aristócrata, de unos 70 años y que ya declaró el pasado día 7, estuvo en el despacho de la titular del Juzgado de Instrucción número 13 de la capital andaluza apenas cinco minutos, tiempo que dedicó a negar que tenga relación con el asunto, que salió a la luz a mediados de enero y que lleva investigándose desde marzo de 1995.Acompañado por su abogado, Francisco Baena, y otra persona, De Carranza llegó temprano a los juzgados sevillanos. Antes de las nueve ya estaba en las dependencias judiciales, cuando su declaración estaba prevista para las diez y media. Según explicó su letrado, se encuentra muy afectado.

A su salida, el marqués, con sombrero y siempre con la cabeza agachada, se dirigió, arrastrando los pies y apoyado en otra persona, hacia un vehículo que le estaba esperando. En la calle tuvo que escuchar algunos insultos de gente que se encontraba en las cercanías del centro.

Según algunos abogados que han tenido acceso al sumario, el aristócrata está implicado en el caso Arny por el testimonio de vanos menores. Alguno de ellos, de acuerdo con las mismas, ha precisado que iba con él a una vivienda que éste tiene en la calle de Zaragoza, en el centro de Sevilla.

Mientras tanto, los letrados personados en la causa siguen acudiendo a los juzgados para leer el sumario, que ya consta de 19 tomos. Sus problemas para poder consultar con tranquilidad las diligencias continúan sin resolverse. Ayer tuvieron que desalojar la sala de la Junta de Jueces, que les fue habilitada para que pudiesen trabajar tranquilamente, porque estaba convocada una reunión de magistrados.

Los tomos, que habían sido trasladados a la mencionada sala para ser consultados por las partes, tuvieron que ser devueltos a las estancias del Juzgado de Instrucción número 13 en un carrito de supermercado.

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