El PSOE asegura al PP que no pretende provocar nuevas elecciones, en verano

Los socialistas ya no saben qué decir para convencer a todos, especialmente al Partido Popular (PP) y a CiU, de que se van a la oposición. Al PP, para disipar sus temores de que el PSOE esté agazapado, esperando nuevas elecciones en agosto si José María Aznar fracasa en la formación de Gobierno. A CiU, para que desiista de intentar que el PSOE se abstenga en la investidura de Aznar. Ni una cosa ni otra. Los socialistas dicen a sus ex socios nacionalistas que son el partido bisagra y, por tanto, tienen la responsabilidad de ayudar a formar, mayorías.

El jefe del Gobierno saliente, Felipe...

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Los socialistas ya no saben qué decir para convencer a todos, especialmente al Partido Popular (PP) y a CiU, de que se van a la oposición. Al PP, para disipar sus temores de que el PSOE esté agazapado, esperando nuevas elecciones en agosto si José María Aznar fracasa en la formación de Gobierno. A CiU, para que desiista de intentar que el PSOE se abstenga en la investidura de Aznar. Ni una cosa ni otra. Los socialistas dicen a sus ex socios nacionalistas que son el partido bisagra y, por tanto, tienen la responsabilidad de ayudar a formar, mayorías.

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El jefe del Gobierno saliente, Felipe González, ha hablado varias veces por teléfono con el presidente del PP, José María Aznar, para que esté tranquilo respecto a los socialistas y dedique sus esfuerzos al acuerdo con los nacionalistas catalanes, vascos y canarios.Entre los dirigentes del PP existe el convencimiento de que al PSOE le interesa que haya elecciones en agosto para intentar fagocitar a IU y hacerse casi con la mayoría absoluta, informa Javier Casqueiro. Esta teoría es calificada de "estrafalaria" por distintos miembros de la ejecutiva, como Joaquín Almunia, próximo portavoz parlamentario, o Cipriá Ciscar, número tres del partido.

El PSOE ha pasado a la oposición con todas las consecuencias. Por ello, sólo se siente concernido por la negociación sobre las Mesas del Congreso y del Senado y los órganos institucionales. El PSOE ha comunicado al PP que la situación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) no puede esperar, ya que su mandato normal terminó en noviembre de 1995, por lo que su renovación es tarea prioritaria, como ha dicho su presidente, Pascual Sala.

No habrá reparos en repetir una y otra vez en las próximas semanas que los socialistas. no quieren nuevos comicios. El ministro de la Presidencia en funciones, Alfredo Pérez Rubalcaba, fue expresivo ayer: "Nadie con dos dedos de frente puede pedir nuevas elecciones". A su juicio, sería "una locura y una irresponsabilidad".

Además de los recelos del Partido Popular sobre las intenciones socialistas, a éstos les ha llegado la inquietud de CiU, singularmente del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, por el tipo de oposición que el PSOE hará contra CiU sí finalmente, como es previsible, los nacionalistas catalanes ayudan a formar la mayoría gubernamental.

Los mensajes le han llegado al presidente de la Generalitat a través de su portavoz parlamentario, Joaquim Molins. Dirigentes del PSOE sintetizan así su idea: "El líder de la oposición va a ser Felipe González, que ha demostrado su sentido de Estado, por un lado, y su respeto hacia el hecho diferencial de Cataluña".

Los socialistas preferirían que CiU no les presionará más sobre la investidura de Aznar. Si los nacionalistas continúan, los socialistas seguirán diciéndoles que nunca pondrán sus votos para hacer presidente del Gobierno al líder del PP, pero que entienden perfectamente que CiU lo haga.

Según el razonamiento del POSE, la coalición nacionalista catalana no es estrictamente un grupo de oposición en el Parlamento español, sino que tiene la singularidad de ser la fuerza política bisagra que completa la mayoría gubernamental, dado que no parece posible que ninguno de los dos grandes partidos pueda hacerlo por sí mismo.

Estas explicaciones, que el PSOE ha estado dando más de dos años y medio y nadie escuchó, las ha vuelto a repetir para que CiU actúe con toda tranquilidad. La oposición que los socialistas les harán tendrá que ver con el tipo de proyectos que presenten.

El PSOE comprende que la posición de su ex socio! nacionalistas es complicada. Pérez Rubalcaba se pone en el lugar de Jordi Pujol y entiende que, de haber podido elegir, el presidente catalán hubiera optado por otro resultado electoral. "A Jordi Pujol le hubiera gustado tener un poco menos de responsabilidad, más libertad de movimiento" dijo a la, Cadena SER.

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