El etarra Koldo, encarcelado tras declarar en la Audiencia Nacional

El juez Baltasar Garzón acordó ayer el ingreso en prisión del presunto miembro de ETA Luis María Domínguez Fernández, Koldo, entregado el domingo a España por México y a quien se acusa de un delito de pertenencia a banda armada.

El juez procesó a KoIdo en agosto de 1995 al estimar que existen indicios de que envió una carta manuscrita a una conocida suya en la que le invitaba a colaborar con ETA. El escrito fue confiscado por la policía francesa en la redada realizada en Tolón el 17 de noviembre de 1994, en la que fue capturado el dirigente de ETA Félix Alberto López d...

El juez Baltasar Garzón acordó ayer el ingreso en prisión del presunto miembro de ETA Luis María Domínguez Fernández, Koldo, entregado el domingo a España por México y a quien se acusa de un delito de pertenencia a banda armada.

El juez procesó a KoIdo en agosto de 1995 al estimar que existen indicios de que envió una carta manuscrita a una conocida suya en la que le invitaba a colaborar con ETA. El escrito fue confiscado por la policía francesa en la redada realizada en Tolón el 17 de noviembre de 1994, en la que fue capturado el dirigente de ETA Félix Alberto López de la Calle, Mobutu.

Koldo, de 35 años, fue detenido el 24 de enero por violar las leyes de inmigración mexicanas, puesto que llevaba documentación falsa y estaba en situación ilegal. Tras negarle asilo político, las autoridades del país lo entregaron el domingo pasado a la policía española.

Luis María Domínguez, que ya había sido detenido en 1984, fue juzgado y condenado a seis anos de prisión por colaboración con banda armada. Según fuentes de la Audiencia Nacional, tras cumplir su condena reanudó sus actividades en ETA.

Por otra parte, la Audiencia Nacional repetirá hoy el juicio contra el abogado de HB José Miguel Gorostiza por un presunto delito de colaboración con banda armada. El acusado mantuvo una conversación el 12 de enero de 1993, en la cárcel de Alcalá Meco, con dos etarras, en la que les instaba a cometer atentados contra directores de prisíones. El fiscal pide siete años.

En el primer juicio por estos hechos, Gorostiza fue absuelto porque el tribunal entendió que la grabación fue obtenida vulnerando derechos fundamentales.