Cartas al director

Un hombre bueno

El día 31 de enero, El País Madrid publicaba dos esquelas para comunicar a todos que había dejado de estar entre nosotros Jorge Roos. La primera, en la página 3, la dedicaban Cristina, su esposa, y los amigos y compañeros de Jorge en Pro Dignidad Humana, y hablaba de que había "trascendido un hombre bueno"; la segunda, en la página 9, la dedicaban los animales, y escuetamente decía "a nuestro protector".Los que tuvimos el privilegio de conocer a Jorge Roos sabemos que, en efecto, era un hombre que luchaba por la dignidad de la raza humana y que entendía que esa dignidad no se daba en qu...

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El día 31 de enero, El País Madrid publicaba dos esquelas para comunicar a todos que había dejado de estar entre nosotros Jorge Roos. La primera, en la página 3, la dedicaban Cristina, su esposa, y los amigos y compañeros de Jorge en Pro Dignidad Humana, y hablaba de que había "trascendido un hombre bueno"; la segunda, en la página 9, la dedicaban los animales, y escuetamente decía "a nuestro protector".Los que tuvimos el privilegio de conocer a Jorge Roos sabemos que, en efecto, era un hombre que luchaba por la dignidad de la raza humana y que entendía que esa dignidad no se daba en quienes hicieran sufrir a los animales, en quienes no los protegieran. Era Jorge un verdadero sabio: hombre a la vez inteligente y bueno; luchador por causas nobles -la libertad y solidaridad entre los hombres, la protección de los animales, la eutanasia...-, enemigo del dolor y el sufrimiento. Hombre lleno de compasión y que, por ella, ya antes de dejarnos aquí había trascendido un mundo a menudo tan cruel como es el nuestro.

Un atento y cordial saludo.-

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