Los sindicatos europeos reclamaran a la UEFA un contrato tipo sin cláusulas de rescisión

Los sindicatos europeos de futbolistas quieren intervenir en el nuevo orden del fútbol continental: un contrato tipo para todos los jugadores comunitarios sin cláusulas de rescisión. Ése es el objetivo principal de los sindicatos, que tratan de hacer fuerza común para aplicar hasta las últimas consecuencias la sentencia Bosman. Y la postura de la Unión Europea sigue firme. Ayer, el comisario Van Miert recordó a la UEFA que "a primeros de marzo" acaba el plazo paja aplicar la sentencia. Y que habrá multas si no se cumple. "Que nadie dude de nuestra tenacidad", dijo.

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Los sindicatos europeos de futbolistas quieren intervenir en el nuevo orden del fútbol continental: un contrato tipo para todos los jugadores comunitarios sin cláusulas de rescisión. Ése es el objetivo principal de los sindicatos, que tratan de hacer fuerza común para aplicar hasta las últimas consecuencias la sentencia Bosman. Y la postura de la Unión Europea sigue firme. Ayer, el comisario Van Miert recordó a la UEFA que "a primeros de marzo" acaba el plazo paja aplicar la sentencia. Y que habrá multas si no se cumple. "Que nadie dude de nuestra tenacidad", dijo.

Los sindicatos europeos se han decidido a entrar en escena. El lunes mantuvieron una reunión en París para definir y acercar posturas con vistas a la transformación del fútbol que se avecina. El objetivo de la mayoría es claro: conseguir la aplicación de la sentencia Bosman. Y estudian el diseño de un contrato tipo vinculante para todos los futbolistas comunitarios, con la eliminación de las cláusulas de rescisión como objetivo prioritario. La idea es dar por zanjadas las diferencias de legislación entre los países.La UEFA, que se ha reunido ya con clubes, Ligas y federaciones para negociar los efectos de la sentencia Bosman, ha convocado finalmente a los futbolistas para el próximo día 23 de febrero, en Londres. Los jugadores, molestos por ser los últimos en ser consultados, no acaban de fiarse del ofrecimiento. Por eso han dejado claro que sólo acudirán a la reunión si la misma tiene carácter oficial, algo que aún no ha aclarado la UEFA. El día anterior, los sindicatos prolongarán sus conversaciones en busca de su comunión de objetivos.

La unidad de las asociaciones de jugadores europeas encuentra el mayor problema en el caso italiano. Los jugadores italianos se han mostrado siempre contrarios a la libre circulación de jugadores, y son los que peor han encajado la sentencia Bosman. Su malestar es tal que han decidido acudir a una huelga el próximo día 17 de marzo.

La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), en cualquier caso, no secundará la postura italiana. Así lo dejó ayer claro Gerardo González Movilla, su presidente: "Respetamos sus reivindicaciones, pero nuestra línea es muy clara desde hace mucho tiempo. Queremos que los futbolistas españoles sean considerados como cualquier otro trabajador comunitario. Queremos que la sentencia Bosman se aplique con todas sus consecuencias. Por coherencia".

A la reunión de la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (Fifpro) del lunes acudió igualmente la Asociación Internacional de Futbolistas Profesionales (AIFP), que preside Maradona. Se trataba de conseguir un punto de encuentro. "Hay que ver cómo podemos colaborar", comentó ayer González Movilla, "pero sería difícil de entender dos sindicatos funcionando".

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