Cartas al director

Telefónica y la intimidad

Soy estudiante de una carrera europea que se desarrolla en diferentes países de la UE. La necesidad de llamar a menudo a casa desde el extranjero me llevó a adquirir la Tarjeta Personal de Telefónica, pues resulta interesante desde el punto de vista económico (tarifa no muy elevada, aunque mayor en comparación a realizar la llamada desde el propio país) y desde el punto de vista servicio (poder llamar desde cualquier teléfono sin necesidad de monedas).Tras año y, medio de utilización, debo decir que he tenido problemas demasiado a menudo, y éstos se deben a la ineficacia de algunas de las oper...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Soy estudiante de una carrera europea que se desarrolla en diferentes países de la UE. La necesidad de llamar a menudo a casa desde el extranjero me llevó a adquirir la Tarjeta Personal de Telefónica, pues resulta interesante desde el punto de vista económico (tarifa no muy elevada, aunque mayor en comparación a realizar la llamada desde el propio país) y desde el punto de vista servicio (poder llamar desde cualquier teléfono sin necesidad de monedas).Tras año y, medio de utilización, debo decir que he tenido problemas demasiado a menudo, y éstos se deben a la ineficacia de algunas de las operadoras de la empresa. Lo que debe ría ser una gestión rápida de al gunos dígitos se convierte a veces en un gran problema. En algunos casos, a está ineficacia se une una falta de educación con siderable.

Pero el caso extremo ocurrió el día de mi cumpleaños. Llamé a mi familia y la operadora me retuvo entre 5 y 10 minutos repitiendo los números, pues, según ella, yo no los daba correctamente. Finalmente, pudo establecerse la comunicación; enfadado por un situación demasiado repetitiva, comenté a mi familia el hecho. De pronto, una tercera voz se unió a la conversación, diciendo que "¡quién es usted para decir eso!". La sorpresa fue enorme. Lo considero una grave violación de la intimidad.

Lo que no llego a comprender es cómo una empresa de la categoría internacional de Telefónica puede contratar a gente que, por lo visto, prefiere escuchar las conversaciones, privadas, de la gente a realizar su trabajo.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Desde entonces, evidentemente, utilizo lo menos posible la Tarjeta Personal.-

Archivado En