Coalición de la derecha israelí para combatir a los laboristas en las elecciones

La carrera electoral en Israel -quizá la más crucial de su historia por las futuras repercusiones en el proceso de paz en la región- comenzó impetuosamente ayer con la alianza de las principales fuerzas opositoras de la derecha, en lo que un diario calificó como "la boda del año". Mientras el primer ministro, Simón Peres, aguarda el momento propicio para anunciar formalmente el adelanto de los comicios para la segunda mitad de mayo, Benjamín Netanyahu, líder del Likud, y Rafael Eitán, del partido Tsomet, lanzaban su desafío conjunto a los laboristas en el poder.

Eitán, un ex jefe milita...

La carrera electoral en Israel -quizá la más crucial de su historia por las futuras repercusiones en el proceso de paz en la región- comenzó impetuosamente ayer con la alianza de las principales fuerzas opositoras de la derecha, en lo que un diario calificó como "la boda del año". Mientras el primer ministro, Simón Peres, aguarda el momento propicio para anunciar formalmente el adelanto de los comicios para la segunda mitad de mayo, Benjamín Netanyahu, líder del Likud, y Rafael Eitán, del partido Tsomet, lanzaban su desafío conjunto a los laboristas en el poder.

Eitán, un ex jefe militar que comparó una vez a los árabes con cucarachas, coincide con Netanyahu en la necesidad de mantener el control total sobre los altos del Golán, la estratégica meseta capturada a Siria durante la guerra de 1967. Netanyahu ha jurado que jamás dará la mano al presidente palestino Yasir Arafat, pero ha suavizado su postura respecto a los acuerdos de Oslo como parte de lo que el Likud, consciente de la irreversibilidad del proceso, define como "un enfoque pragmático". Netanyahu ya ha dicho que si sale victorioso no intentará anular esos acuerdos. "No puedo ignorar la realidad", declaró."Estamos muy preocupados por la creciente erosión política y porque el país va hacia el desagüe. Queremos estabilizar la situación y conducir al país hacia la paz y la seguridad, una paz que nos permita retener nuestros más preciosos bienes: Jerusalén y los altos del Golán", dijo Netanyahu al tiempo de anunciar la alianza.

Peres, a quien sus adversarios acusan de adelantar los comicios para beneficiarse del grado de simpatía popular hacia los laboristas tras el asesinato de Isaac Rabin, quiere obtener un claro mandato político para seguir negociando con Siria en el marco de las conversaciones secretas patrocinadas por Estados Unidos.

Los sondeos le, dan una ventaja de 15 puntos Sobre Netanyahu, pero no está claro en qué medida la incorporación de Eitán a la lista de la derecha puede reducir esa brecha. Lo que ha comenzado a registrarse es descontento entre los líderes del Likud cuyas ambiciones van a verse reducidas como consecuencia del ingreso del Tsomet en la misma lista electoral.

Aunque la fecha de los comicios aún no ha. sido, fijada, los analistasípronostican que se celebrarán el 21 de mayo, cinco meses antes de lo previsto. Por primera vez, los israelíes elegirán su primer ministro por voto directo y, a juzgar por un simulacro electoral realizado en una escuela de Tel Aviv ayer, el triunfo será de Peres pon el 46% de los votos frente al 36% del binomio Netanyahu-Eitán.

Peres, que ha prometido celebrar un referéndum sobre el Golán antes de asumir cualquier compromiso con los sirios, estaba anoche a la espera del retorno del secretario, de Estado norteamericano Warren Christopher, que mantuvo ayer conversaciones con el presidente Hafez el Asad en Damasco para tratar de desbloquear las negociaciones sirio-isralíes.

Christopher, en su decimoséptima y quizá última gira por Oriente Próximo, no ha logrado avances sustanciales capaces de alimentar las fugaces esperanzas de un acuerdo de paz sirio-israelí este año.