Una mujer denuncia que tres neonazis la violaron y torturaron

Una mujer ha denunciado que fue violada y torturada el 15 de diciembre por tres supuestos cabezas rapadas en Madrid. El ataque ocurrió sobre las ocho de la tarde, ya de noche, cuando la víctima salía del portal de su domicilio, en Latina. Nada más pisar la calle, los rapados -que lucían insignias de Bases Autónomas- la agarraron por sorpresa y la metieron en una furgoneta aparcada a unos 50 metros. Dos la violaron y un tercero le introdujo un objeto en 1a vagina. También la golpearon e incluso apagaron cigarrillos en su cuerpo, según fuentes cercanas al caso.La denuncia fue ...

Una mujer ha denunciado que fue violada y torturada el 15 de diciembre por tres supuestos cabezas rapadas en Madrid. El ataque ocurrió sobre las ocho de la tarde, ya de noche, cuando la víctima salía del portal de su domicilio, en Latina. Nada más pisar la calle, los rapados -que lucían insignias de Bases Autónomas- la agarraron por sorpresa y la metieron en una furgoneta aparcada a unos 50 metros. Dos la violaron y un tercero le introdujo un objeto en 1a vagina. También la golpearon e incluso apagaron cigarrillos en su cuerpo, según fuentes cercanas al caso.La denuncia fue presentada ese mismo día y activó la alarma policial, según las citadas fuentes. La Brigada de Información carece. de datos que confirmen la autoría neonazi. Ni el tipo de agresión ni la zona corresponden al modo de operar de los extremistas. La mujer, sin embargo, aseguró que los agresores tenían el pelo muy rapado y portaban insignias neonazis en sus cazadoras -cruces gamadas, pegatinas del grupúsculo neonazi Bases Autónomas-.

La víctima, tras el ataque, necesitó varios días para recuperar se. A los 15 días empeoró y ex pulsó de su interior tres púas, que entregó a la policía. Ante riormente había sido sometida a dos reconocimientos ginecológicos -en el hospital La Paz y en un centro privado- sin que se descubriese la presencia de cuerpos extraños, hecho que los médicos consideran perfectamente posible.

Los investigadores se han volcado en ese caso, considerado extraño por la extrema dureza de la violación y su posible conexión con los neonazis.