Un vendaval pasa por Móstoles

No fue el viento y la lluvia lo que provocó un vendaval en Móstoles. Fue el soberbio juego de Las Palmas, que no dio opción al conjunto madrileño. Es la primera derrota del Móstoles en su propio campo. Desde el principio el equipo canario dominó el encuentro. Ya en el minuto 8, Paquito disparó a puerta, resolviendo Julián con acierto. El primer tanto llegaría en una jugada de perfectas combinaciones que culminó Eloy con un magnífico gol que entusiasmó a los escasos espectadores que presenciaron el encuentro. En el minuto 34, en una magnífica pared entre Chili y Eloy pudieron aumentar el marcad...

No fue el viento y la lluvia lo que provocó un vendaval en Móstoles. Fue el soberbio juego de Las Palmas, que no dio opción al conjunto madrileño. Es la primera derrota del Móstoles en su propio campo. Desde el principio el equipo canario dominó el encuentro. Ya en el minuto 8, Paquito disparó a puerta, resolviendo Julián con acierto. El primer tanto llegaría en una jugada de perfectas combinaciones que culminó Eloy con un magnífico gol que entusiasmó a los escasos espectadores que presenciaron el encuentro. En el minuto 34, en una magnífica pared entre Chili y Eloy pudieron aumentar el marcador, pero Eloy, falló en su remate final.Replicó el Móstoles con un cabezazo de Carretero al larguero, y ahí se acabó la pólvora del equipo local. En la reanudación, la tónica del juego continuó por los mismos derroteros: Las Palmas en plenitud de juego, deleitando con sus jugadas a los espectadores. Transcurría el minuto 58 cuando Julián derribó a Chili. El penalti lo transformó el propio Chili. A partir de este minuto el partido se acabó. Los visitantes, viendo que eran muy superiores a los locales, bajaron el ritmo y esperaron que cayera la guinda, en dos ocasiones más, en los minutos 60 y 88. Se pudo incluso aumentar el marcador en dos remates a puerta de Eloy, que salieron fuera por muy poco. En el minuto 88, el Móstoles pudo haber logrado el tanto del honor por mediación de Toto, pero falló ante Manolo.