Atraco con Ianzacohetes a un furgón blindado

Una banda desvalija en Francia un vehículo de transporte de dinero y mata a uno de sus ocupantes

"A grandes males, grandes remedios". Ésa debió de ser la reflexión de los atracadores que asaltaron, ayer un furgón blindado con un lanzacohetes en la localidad francesa de Lesquin, cerca de Lille y de la frontera con Bélgica. No se sabe si son los mismos que hace una semana perpetraron otro asalto de similares características cerca de Bruselas y fracasaron al no lograr traspasar el blindaje con sus rifles automáticos. En esta ocasión, sean o no los mismos, los asaltantes aprendieron la lección y, pertrechados de un lanzacohetes, alcanzaron su objetivo contra el furgón de la empresa de se...

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"A grandes males, grandes remedios". Ésa debió de ser la reflexión de los atracadores que asaltaron, ayer un furgón blindado con un lanzacohetes en la localidad francesa de Lesquin, cerca de Lille y de la frontera con Bélgica. No se sabe si son los mismos que hace una semana perpetraron otro asalto de similares características cerca de Bruselas y fracasaron al no lograr traspasar el blindaje con sus rifles automáticos. En esta ocasión, sean o no los mismos, los asaltantes aprendieron la lección y, pertrechados de un lanzacohetes, alcanzaron su objetivo contra el furgón de la empresa de seguridad Brink's.Uno de los guardias que viajaban en el vehículo murió en el acto. Los otros dos resultaron heridos leves -uno -en la rodilla y -el otro en el muslo, a pesar de los más de sesenta disparon intercambiados durante el asalto. Todo ocurrió pasada la medianoche, cuando el blindado abandonaba la autopista A- 1 después de haber recorrido, recogiendo fondos, los distintos hipermercados de la zona.

Se dirigía hacia el aeropuerto de Lille cuando un rastrillo claveteado apareció, cruzado en la calzada, ante el haz de luz de los faros del transporte. El furgón tuvo que detenerse y fue rodeado inmediatamente por dos camionetas, de las que descendieron una decena de hombres encapuchados que ordenaron a gritos a los guardas de seguridad que se apeasen del furgón. Estos optaron, después de una breve vacilación, por desobedecer y encerrarse en la parte trasera del vehículo. Querían plantar cara. Creyeron poder imitar a sus compañeros bruselenses buscando la protección de las paredes blindadas mientras aguardaban la llegada de la Policía.

Mientras se desarrollaba el atraco llegó al lugar de los hechos otro coche. El distraído conductor de nombre Laurent, tuvo que dar un frenazo, y, antes de darse cuenta de lo que pasaba, un rifle Kalashnikov le sugirió que empezase a correr si quería salvar la vida. "Me bloquearon el paso, con sus armas"', dijo.

Laurent asegura que permaneció oculto detrás de unos arbustos durante casi un cuarto de hora. "Primero oí muchos disparos, luego una gran explosión. Más tarde, dos motores se pusieron en marcha Cuando salí de mi escondrijo me encontré con dos guardas tendidos en el suelo y el tercero, muerto, en el interior del furgón blindado".

De momento, nadie sabe a cuánto, asciende el dinero robado, aunque consta que los atracadores abandonaron en su huida cuatro sacas de billetes. La cantidad ha de ser importante, por el periodo de fiestas navideñas, hecho que, como mínimo, multiplica por dos el enorme volumen de dinero que los hipermercados mueven cada día.

Las sumas son tan considerables que la parte más importante de los beneficios de dichos híper surge precisamente de ahí, de poder disponer durante 90 días de un efectivo que luego devuelven en buena parte a sus proveedores. Losalrededores de Lille, muy poblados -Lens, Béthune, Roubaix y Tourcoing son ciudades francesas vecinas, como lo son las belgas de Tournai, Gante y Waregem- han hecho que se multipliquen los centros comerciales.

La zona, muy minera e industrial hasta hace 10 o 15 años, cuando aún podía ofrecer trabajo a emigrantes de medio mundo, es hoy una de las más afectadas por el paro, a un lado y otro de la frontera. Ni siquiera pervive el tópico esperanzador por el que cada 10 años surgía del llamado infierno del Norte un gran corredor ciclista capaz de ganar clásicas sobre adoquines y escapar así al duro trabajo de las caras negras, enterradas decenas de metros bajo tierra en las minas de carbón.

Para el comisario Alain Epstein, de la policía de Lille, la banda estaba formada por hombres "decididos, organizados y sin escrúpulos" que sabían que "al emplear un explosivo ponían en peligro la vida de quienes iban en el furgón blindado". No ha querido precisar cuáles eran las pistas que iban a investigar, aunque para, nadie es un secreto que los empleados de los bancos y de los centros comerciales en situación de conocer una serie de datos secretos sobre la recogida de fondos van a convertirse en los principales sospechosos.

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