75 muertos al chocar dos trenes en Egipto

Niebla, error de un maquinista o la cuota de tragedias que Egipto con su atraso está destinado a proporcionar periódicamente. Las tres posibilidades se barajaban anoche en medio del luto que envuelve a los egipcios tras el peor accidente ferroviario en 15 años. El choque de dos trenes ocurrido ayer por la mañana a 28 kilómetros al sur de El Cairo, dejó un saldo de al menos 75 muertos y 150 heridos. Ése era al menos el balance oficial de un accidente, ocurrido entre las 7.00 y las 7.30 horas, y para el que las autoridades egipcias no tenían aún al caer la noche una explicación concreta.
...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Niebla, error de un maquinista o la cuota de tragedias que Egipto con su atraso está destinado a proporcionar periódicamente. Las tres posibilidades se barajaban anoche en medio del luto que envuelve a los egipcios tras el peor accidente ferroviario en 15 años. El choque de dos trenes ocurrido ayer por la mañana a 28 kilómetros al sur de El Cairo, dejó un saldo de al menos 75 muertos y 150 heridos. Ése era al menos el balance oficial de un accidente, ocurrido entre las 7.00 y las 7.30 horas, y para el que las autoridades egipcias no tenían aún al caer la noche una explicación concreta.

La radio egipcia dio la noticia. con 20 minutos de retraso. El Ministerio de Transportes y Comunicaciones se limitó a emitir un parte escueto. Más de cuatro horas después del accidente, los detalles seguían siendo confusos.¿Qué ocurrió exactamente? Un viejo pero no por ello lento tren que transportaba a unos 120 obreros al sur de Bein Suef, en el Alto Egipto, se estrelló contra otro que viajaba a baja velocidad hacia Asiut. Según algunos testigos, el primero iba a más de 100 kilómetros por hora. El impacto fue tal que muchos de los coches del se gundo se quedaron parados como chimeneas cerca de la es tación de Badrshein. Otros des carrilaron y, se estrellaron con tra una ladera. Los primeros coches en recibir la embestida habían sido hechos trizas por la locomotora inesperada. "Sentimos cómo se estrujaban delante de nosotros", declaró Mohamed Desuki Fayed, uno de los supervivientes del segundo tren entrevistado por un reportero de la agencia de noticias Reuter. El maquinista, Mahmud Alí, al que hubo que amputar una pierna y que apenas podía hablar, dijo que el primer tren no debía de estar allí y que no vió ninguna señal roja mientras se acercaba a su destino fatal: "Sólo había niebla a mi alrededor".

Cadáveres aplastados

El testimonio de los pasajeros que estaban en condiciones de contar el desastre era espeluznante. Muchos de los cadáveres recuperados eran restos aplastados por la fuerza del impacto y quemados por la fricción. A más de un herido le tuvieron que cortar las piernas para poder extraerlo de piras de madera y hierros retorcidos. Un hombre abrazado a su hija de nueve años consiguió salvar a la niña pero él seguía atrapado. En el griterío ululaban las sirenas de las ambulancias, de los coches de la policía y los miembros de organizaciones benéficas que solicitaban donaciones de sangre.Todo parece indicar que el tren con destino a Asiut se detuvo ante una extraordinariamente densa cortina de niebla, uno de los inesperados fenómenos que se producen a orillas del Nilo en esta época del año. Ambos trenes tenían que haber respetado un lapso de cinco minutos pata evitar el choque.La versión oficial culpa al maquinista del tren que hacía la ruta El Cairo-Asuán. Citando al ministro del Transportes, Suleimán Metlaui, la agencia gubernamental de noticias Middle East News Agency (MENA), dijo que el conductor había ignorado señales para que detuviera su marcha mientras quedara libre la línea. No se mencionaba explícitamente que el maquinista del segundo tren pudiese también haber sido engañado por la escasa visibilidad. Algunas informaciones señalan, sin embargo, que el tren había partido mucho antes de lo previsto.

El pasado abril, 49 personas murieron cuando un tren embistió a un autobús repleto de trabajadores textiles cerca de Queisna, en el delta del Nilo. Hace poco más de un año, un tren que arrastraba camiones cisternas fue alcanzado por un rayo y estalló cerca de un pueblo en Alto Egipto. Hasta hoy nadie sabe cuánta gente murió en el incendio o ahogada por la inundación provocada por un furioso temporal.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En