"El arrepentimiento de los etarras es una burla" según el teniente fiscal Fungairiño

"El arrepentimiento de los etarras es una burla", afirma el teniente Fiscal de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, al entender que la mayoría de los presos terroristas que se benefician de estas medidas no colaboran con la justicia para evitar nuevos atentados. En una entrevista concedida a Europa Press, Fungairiño asegura que sólo colaboraron los ex etarras Ramón Agra y Mikel Solaun.

Fungairiño piensa que el arrepentimiento "no es valor que esté en la ley, es un sentimiento interno, y si se está arrepentido lo que se debe hacer es ir al confesonario". El fiscal añade que la ...

"El arrepentimiento de los etarras es una burla", afirma el teniente Fiscal de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, al entender que la mayoría de los presos terroristas que se benefician de estas medidas no colaboran con la justicia para evitar nuevos atentados. En una entrevista concedida a Europa Press, Fungairiño asegura que sólo colaboraron los ex etarras Ramón Agra y Mikel Solaun.

Fungairiño piensa que el arrepentimiento "no es valor que esté en la ley, es un sentimiento interno, y si se está arrepentido lo que se debe hacer es ir al confesonario". El fiscal añade que la ejecución de las penas "está en manos del Gobierno, no hay un criterio de objetividad y el cumplimiento hoy de las penas es un fraude de ley".

El fiscal se opone a la salida de la Guardia Civil del cuartel de Intxaurrondo (Guipúzcoa) y denuncia que entre ese cuerpo y la Ertzaintza hay actualmente una "rigurosa incomunicación". Como ejemplo de ello puso de relieve que la policía autónoma vasca utiliza un sistema de identificación de huellas dactilares que es incompatible, con el que usa la Guardia Civil.

Fungairiño rechaza que la Audiencia Nacional sea equiparable al Tribunal de Orden Público del franquismo y añade: "No hay justificación técnica jurídica para eliminar la Audiencia Nacional, aunque sí puede haber muchas causas políticas".

También se refirió a la ley que permite que los jueces que abandonan temporalmente su puesto para dedicarse a la política puedan regresar a la judicatura cuando lo deseen. En su opinión, estos magistrados no deberían volver nunca a la judicatura y, en caso de hacerlo, tendrían que colocarse en el último puesto del escalafón.

Fungairiño salió en defensa del juez Baltasar Garzón al asegurar que éste no fue responsable de la huida de los presuntos miembros del comando Matalaz de ETA, ya que instruyó el sumario en un tiempo razonable.