La toga más vitipuerada

No existe ningún otro magistrado en activo que tenga dos sanciones tan graves como las recibidas por Moreiras. Dos suspensiones de empleo y sueldo por un año, además de apercibimientos y quejas contra sus prácticas, muchas de ellas pendientes en los organismos disciplinarios de la magistratura.Pero lo más notable del historial de Moreiras fue, sin duda, la segunda sanción como autor de una falta muy grave por ausencia del territorio español sin haber obtenido el correspondiente permiso.

El juez aportó a una solicitud de licencia por enfermedad "un certificado médico en el que, de forma ...

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No existe ningún otro magistrado en activo que tenga dos sanciones tan graves como las recibidas por Moreiras. Dos suspensiones de empleo y sueldo por un año, además de apercibimientos y quejas contra sus prácticas, muchas de ellas pendientes en los organismos disciplinarios de la magistratura.Pero lo más notable del historial de Moreiras fue, sin duda, la segunda sanción como autor de una falta muy grave por ausencia del territorio español sin haber obtenido el correspondiente permiso.

El juez aportó a una solicitud de licencia por enfermedad "un certificado médico en el que, de forma ostensible y no imitativa alteró el mes de la fecha", según el expediente del CGPJ. Había hecho trampa -para algunos, falsificación- en un papel oficial, un tipo penal por el que ahora manda gente a la cárcel por el delito de falsedad documental. La licencia le fue denegada por el presidente de la Audiencia, de Madrid, pero Moreiras marchó a Estados Unidos y fue sancionado a otro año de suspensión de empleo y sueldo.

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La anterior sanción por un año se remonta a cuando ocupaba el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Madrid, el guardián de las llaves de Alcalá-Meco. La carrera judicial ha tratado de cubrir a Moreiras no desvelando que sus indultos favorecieron a más de 20 presos.

Su Señoría debió creer que si el Rey concede indulto y no tiene capacidad jurisdiccional, ¿por qué no podía concederlos él? Y entró por la senda del perdón gracioso, revocado por la Audiencia de Madrid. El 25 de octubre de 1983 el CGPJ le suspendió y, según sus próximos, aquello fue muy mal interiorizado por el solitario Moreiras.

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