Cartas al director

¡Ay, qué juventud!

En su periódico del 2 de septiembre he leído un artículo de don Manuel Vázquez Montalbán titulado La generación X, Y y Z, y escribo esta carta para contestar a lo que me parece una falsa y simple visión de la juventud actual. Se nos reduce a grupos heavies, skin heads, pijos, locos por la ruta del bakalao y otros semejantes, intentando dar una visión de nosotros como rebeldes sin ideas, materialistas sin límite, egoístas y locos por el alcohol.Creo, a mis 15 años, que esto no se corresponde con la realidad. Se trata de una absurda generalización muy común en estos t...

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En su periódico del 2 de septiembre he leído un artículo de don Manuel Vázquez Montalbán titulado La generación X, Y y Z, y escribo esta carta para contestar a lo que me parece una falsa y simple visión de la juventud actual. Se nos reduce a grupos heavies, skin heads, pijos, locos por la ruta del bakalao y otros semejantes, intentando dar una visión de nosotros como rebeldes sin ideas, materialistas sin límite, egoístas y locos por el alcohol.Creo, a mis 15 años, que esto no se corresponde con la realidad. Se trata de una absurda generalización muy común en estos tiempos por parte de los más dogmáticos y cerrados del 68, y los que en esa época dorada se mantenían al margen de todo por sus convicciones franquistas y ahora encuentran la oportunidad de adueñarse de la imagen de la juventud, que siempre vale mucho para algunas cosas. A los segundos no tengo nada que decirles, me parece muy normal su comportamiento, pero sí a los primeros, que con su actitud están propiciando la credibilidad de estos sectores.En esta generación, al igual que en todas, hay gente de todo tipo, así que al lado de los que usted describe (que no dudo de su existencia) hay mucha gente trabajadora, con miles de sueños que cumplir, preocupada por los problemas sociales y políticos, comprometida con la libertad y la justicia, solidaria y generosa. Por tanto, lamento decirle que su artículo no contempla el mínimo respeto hacia nosotros, nuestras ideas y luchas; es propio de esos viejos antitodo que exclaman una y otra vez en tono lamentativo y resignado: "¡Esta, juventud ... !". (Exactamente igual que lo hacían en su 68)

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