La viuda pacifista de un coronel escandaliza en Turquía

Tomris Ozden, desconocida en Turquía hace un mes, se ha convertido en una celebridad. Unos defienden su coraje, otros lo atacan. Desde la muerte de su marido, un coronel de la Gendarmería, abatido el14 de agosto en un enfrentamiento con militantes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Ozden se ha negado a desempeñar el papel tradicional de viuda de un valiente oficial turco. "Mi marido cumplió con su deber. Pero él no creía que el problema del sureste [kurdo] pudiera ser resuelto por medios violentos... No le considero un mártir. Es una víctima de la sucia política", declaró...

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Tomris Ozden, desconocida en Turquía hace un mes, se ha convertido en una celebridad. Unos defienden su coraje, otros lo atacan. Desde la muerte de su marido, un coronel de la Gendarmería, abatido el14 de agosto en un enfrentamiento con militantes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Ozden se ha negado a desempeñar el papel tradicional de viuda de un valiente oficial turco. "Mi marido cumplió con su deber. Pero él no creía que el problema del sureste [kurdo] pudiera ser resuelto por medios violentos... No le considero un mártir. Es una víctima de la sucia política", declaró.

El 2 de septiembre, la viuda Ozden apareció en público de la mano de la hermana de un militante kurdo del PKK muerto en un enfrentamiento. El Partido Republicano del Pueblo (CHP, socialdemócrata) contactó con ella, ofreciéndole presentarse al comité ejecutivo del partido. Ozden aceptó. En el congreso del CHP celebrado el 10 de septiembre no sólo salió elegida, sino que fue quien obtuvo más votos. Esto es una prueba de que las cosas están cambiando en Turquía.

La derecha no se ha quedado callada. Emin Cölasan, destacado columnista del conservador diario Hürriyet, describe la Tomris Ozden como "esquizofrénica". Los colegas de su marido desprecian su forma moderna de vestir, cabellos rubios y pantalones vaqueros. Cölasan dice que la pareja estaba a punto de divorciarse, es decir, que Ozden no tiene peso moral para hablar de las opiniones de su marido.

Empujada por la polémica y la presión de sus detractores, Ozden confirmó que el matrimonio pasaba por dificultades. Incluso que ella había pedido el divorcio, pero que tras una reconciliación decidieron darse una segunda oportunidad después de 22 años de matrimonio. Ozden, que ha sido forzada a dimitir del comité ejecutivo del CHP, mantiene su invariable opinión: "En Turquía, el número de personas que piensan como yo aumenta cada día".

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