La Mesa del Congreso frena la ampliación de la ley del aborto

La política del aborto hace extraños compañeros de cama. PSOE e IU, habitualmente enfrentados en sus concepciones políticas, se unieron ayer para lamentar que los representantes del PP y los nacionalistas de CiU y PNV rechazasen en la Mesa del Congreso su solicitud para tramitar por el procedimiento de urgencia el proyecto de ley de ampliación de los supuestos de despenalización del aborto. Ello hubiera supuesto reducir los trámites parlamentarios a la mitad de tiempo, mientras que, en la situación actual, es dudoso que Congreso y Senado tengan tiempo para aprobar el proyecto antes de que conc...

La política del aborto hace extraños compañeros de cama. PSOE e IU, habitualmente enfrentados en sus concepciones políticas, se unieron ayer para lamentar que los representantes del PP y los nacionalistas de CiU y PNV rechazasen en la Mesa del Congreso su solicitud para tramitar por el procedimiento de urgencia el proyecto de ley de ampliación de los supuestos de despenalización del aborto. Ello hubiera supuesto reducir los trámites parlamentarios a la mitad de tiempo, mientras que, en la situación actual, es dudoso que Congreso y Senado tengan tiempo para aprobar el proyecto antes de que concluya el periodo de sesiones, el 31 de diciembre.Luego, por la tarde, el pleno rechazó una proposición de ley de IU para regular la interrupción del embarazo. Pero ése era otro problema. IU quería dejar clara su posición política favorable a la libre decisión de la mujer en las primeras 16 semanas de embarazo. El PP, CiU y el PNV argumentaron que tal pretensión no les convence y el PSOE insistió en que la proposición de IU, de ser aceptada, sólo lograría retrasar, aún más, la ampliación de los supuestos despenalizadores del aborto.

Los socialistas decidieron abstenerse. Sin embargo, 19 parlamentarios de esta formación votaron en contra y una treintena lo hizo a favor. Tres de los votos de apoyo a IU eran de mujeres, entre ellas. Carmen Romero, esposa de Felipe González. Aunque oficialmente la ruptura de la disciplina de voto fue explicada como producto de una confusión, fuentes de los parlamentarios que apoyaron la iniciativa señalaron que fue una decisión consciente que perseguía dejar testimonio de que IU no estaba sola en su proposición.

Crecen los problemas

Pero la verdadera batalla se libró por la mañana. De los nueve miembros con que cuenta la Mesa del Congreso, tres son socialistas, cuatro populares, uno del PNV y otro de CiU. El PSOE cedió dos puestos a los nacionalistas a principios de legislatura y ha conseguido mantener la mayoría con su apoyo, pero el desmarque de CiU en las últimas semanas le crea poblemas y, entre otros, la seria dificultad que va a encontrar el Gobierno para llevar adelante el proyecto

Si el PP vuelve a solicitar una ampliación del plazo de enmiendas y esta solicitud cuenta con el apoyo de los nacionalistas, la prórroga haría casi inviable la tramitación del proyecto antes del 31 de diciembre.

Pero la esperanza no se pierde y Juan Alberto Belloch ministro, de Justicia e Interior, aseguró ayer ante el Grupo Parlamentario Socialista, con el que se reunió por la mañana, que con el apoyo de IU tratarán de sacar adelante el proyecto de ley.

Para el ministro, no hay sorpresa en la postura de CiU, con independencia de los últimos vaivenes políticos, ya que desde hace meses se opuso al proyecto. Rosa Aguilar, portavoz de IU-IC, acusó a nacionalistas y populares de practicar una "intransigencia total".