Cartas al director

La polémica sobre los obispos

Si no fuera por la gravedad del asunto, ahora mismo estaría riéndome a carcajadas. No hay más que salir a la calle y ver cómo está el panorama; hoy en día muy poca gente se atreve a exponer sus ideas en materia de religión en público, unos por vergüenza, otros por el falso pudor (verdadera cobardía) de que los demás se sientan manejados al oírnos hablar de nuestras creencias.Pero, mire usted por dónde, el nombramiento de un obispo en España ha soltado la lengua a los mudos. Ahora, todos son católicos, incluso los que no saben ni el nombre del obispo de su propia diócesis, y los que no han leíd...

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Si no fuera por la gravedad del asunto, ahora mismo estaría riéndome a carcajadas. No hay más que salir a la calle y ver cómo está el panorama; hoy en día muy poca gente se atreve a exponer sus ideas en materia de religión en público, unos por vergüenza, otros por el falso pudor (verdadera cobardía) de que los demás se sientan manejados al oírnos hablar de nuestras creencias.Pero, mire usted por dónde, el nombramiento de un obispo en España ha soltado la lengua a los mudos. Ahora, todos son católicos, incluso los que no saben ni el nombre del obispo de su propia diócesis, y los que no han leído en su vida una sola carta pastoral. Todos, absolutamente todos, se dicen católicos y se creen con derecho a opinar, como si esto de la Iglesia fuese un club de golf donde los señores abonados dan su opinión: si el campo está duro o blando...

Al obispo, como al Papa, se le obedece por estar puesto por Dios y tener gracia de estado para guiar la Iglesia. Señores "católicos de domingo y fiestas de guardar" cuando se es católico se es para todos los efectos, para lo que gusta y para lo que parece duro. y si no, no se engañen: estarán cada uno en su iglesia y no en la Iglesia.-

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