VUELTA 95

Perico, 'A golpe de pedal'

No es muy corriente, por lo menos en España, que un deportista se haga escritor. Pero, como él mismo dice, "Pedro Delgado no es corriente". Una muestra: la Vuelta ha pasado casi inadvertida por Zaragoza; en las puertas de los hoteles de los ciclistas -uno de los barómetros de la popularidad-, nadie, ni cazaautógrafos ni mitómanos invadiendo los vestíbulos. Pero en un hotel, sí; en un hotel en el que no había alojado ningún corredor había una cola de aficionados el sábado por la noche. ¿Qué pasaba? Había varias bodas y Pedro Delgado presentaba el último fruto de su polifacético esfuerzo: un...

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No es muy corriente, por lo menos en España, que un deportista se haga escritor. Pero, como él mismo dice, "Pedro Delgado no es corriente". Una muestra: la Vuelta ha pasado casi inadvertida por Zaragoza; en las puertas de los hoteles de los ciclistas -uno de los barómetros de la popularidad-, nadie, ni cazaautógrafos ni mitómanos invadiendo los vestíbulos. Pero en un hotel, sí; en un hotel en el que no había alojado ningún corredor había una cola de aficionados el sábado por la noche. ¿Qué pasaba? Había varias bodas y Pedro Delgado presentaba el último fruto de su polifacético esfuerzo: un libro.Pedro, Perico, Delgado es uno de los pocos mitos que el deporte español ha sabido crear. Sus 13 temporadas de ciclista profesional, finiquitadas hace justo un año, fueron rápidamente de la revelación a la consagración. Encantó a todo tipo de gente, incluso a los no aficionados, más por un estilo que por unas victorias o unas realidades. Perico el de los hachazos, el de las sorpresas, el de los sustos, el listo, el comediante o el charlatán. Un hueco en cada corazón tenía con un sobrenombre diferente. Y detrás de él, a medio ciclismo español.

Terminado su pedaleo, sus victorias en el Tour y en la Vuelta puro recuerdo, Perico se ha puesto a dar pedaladas. Su presencia en el medio ciclista es ahora más amplia que nunca. Aparece por televisión como comentarista, también habla por la radio y escribe en un periódico. Sus varias vidas también le han dejado un hueco para lo audiovisual -ha editado unos vídeos con su carrera- y para la literatura.

"No es un libro oportunista", dice Delgado de las 186 páginas que, editadas por EL PAÍS-Aguilar y redactadas a medias con el periodista Julián Redondo, componen A golpe de pedal, el producto de su pluma. "Llevaba dos años recogiendo anécdotas en mi ordenador, en los momentos libres que me dejaban las carreras. Y ahora me llegó la oportunidad de editarlas".

El libro es eso, una colección de anécdotas, muy divertidas la mayoría y contadas con una insuperable gracia y un finísimo sentido del humor. Una muestra más del estilo de Perico escrito, como dice el título, como A golpe de pedal. Que nadie busque en sus páginas las claves que han hecho de Perico lo que es. Seguramente ni el propio deportista las conoce, aunque instintivamente las haya controlado a lo largo de su carrera. No es una biografía, ni un ejercicio de introversión, ni un muestrario de pensamientos. Quizás es que el auténtico Perico no existe, no es más que el reflejo de sus historias.

En el libro se puede entrever cómo Delgado ganó un Tour y dos Vueltas, cómo un joven segoviano conquistó París, pero, sobre todo, se descubre qué es el ciclismo.

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