Tampoco es para ponerse así
El día 7 de agosto leí, con cierta divertida sorpresa, la carta dirigida a esa sección por Rafael Feito Alonso, en la que protesta por las opiniones que Pedro Schwartz vierte en sus columnas de EL PAÍS. En esencia soy del mismo parecer que el señor Feito Alonso, pero, hombre, tampoco hay que ponerse así. Pregunta usted por qué los lectores de nuestro periódico hemos de pagar ese tipo de colaboraciones. Pues precisamente por eso: porque en él no se excluye a nadie, demuestra su talante de libertad sin tendencias exclusivas y, de paso, nos da ocasión de analizar, juzgar, opinar y, como usted ha ...
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El día 7 de agosto leí, con cierta divertida sorpresa, la carta dirigida a esa sección por Rafael Feito Alonso, en la que protesta por las opiniones que Pedro Schwartz vierte en sus columnas de EL PAÍS. En esencia soy del mismo parecer que el señor Feito Alonso, pero, hombre, tampoco hay que ponerse así. Pregunta usted por qué los lectores de nuestro periódico hemos de pagar ese tipo de colaboraciones. Pues precisamente por eso: porque en él no se excluye a nadie, demuestra su talante de libertad sin tendencias exclusivas y, de paso, nos da ocasión de analizar, juzgar, opinar y, como usted ha hecho y ahora estoy haciendo yo, a disentir también libremente. ¿No le parece?-