Cartas al director

Alcaldadas

Alcaldada tras alcaldada, el señor Álvarez del Manzano ha demostrado muchas veces en la práctica que no respeta la aconfesionalidad de nuestra Constitución. Ayer nos hacía pagar a todos su concurso de belenes; ahora, como en "los mejores tiempos" del franquismo, va a imponer la Medalla de Honor de la Villa de Madrid a la Virgen de la Paloma (¡!).No contento con esas hazañas, este alcalde da un paso más y, ante las protestas por este último desaguisado, lanza sus peregrinas teorías anticonstitucionales, diciendo que él es "tolerante" respecto, por ejemplo, a los evangélicos (la "toleranc...

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Alcaldada tras alcaldada, el señor Álvarez del Manzano ha demostrado muchas veces en la práctica que no respeta la aconfesionalidad de nuestra Constitución. Ayer nos hacía pagar a todos su concurso de belenes; ahora, como en "los mejores tiempos" del franquismo, va a imponer la Medalla de Honor de la Villa de Madrid a la Virgen de la Paloma (¡!).No contento con esas hazañas, este alcalde da un paso más y, ante las protestas por este último desaguisado, lanza sus peregrinas teorías anticonstitucionales, diciendo que él es "tolerante" respecto, por ejemplo, a los evangélicos (la "tolerancia", señor alcalde, es la permisividad de lo que se considera un mal, y, por tanto, es ya inaceptable; ni los evangélicos, ni yo, ni nadie que se respete puede permitir que se le "tolere"). Más aun, Álvarez del Manzano promete asistir, si le invitan, a algún acto evangélico, pero siempre "como católico y en defensa de las ideas de la religión católica" (como si le invitaran como católico y no como alcalde). Vamos, que no tiene ni idea, o no le interesa tenerla, de lo que es la aconfesionalidad que le impone su cargo.-

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